En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, surge una inquietante realidad: miles de mujeres encarceladas en Venezuela enfrentan barreras significativas para acceder a servicios de salud esenciales, como la realización de mamografías. Este problema evidencia una brecha crítica en el sistema penitenciario que podría costar vidas si no se abordan con urgencia.
A pesar de ser un derecho fundamental, muchas mujeres tras las rejas carecen de los controles necesarios para la detección temprana del cáncer de mama. Esta situación subraya la imperiosa necesidad de implementar políticas penitenciarias que aseguren un acceso equitativo a la salud, recordando que la prevención del cáncer no debe depender de las circunstancias de la libertad.
Es responsabilidad del Estado venezolano, a través del Ministerio para el Servicio Penitenciario, garantizar la seguridad, vida y salud de estas mujeres, ofreciéndoles una atención integral. Según cifras proporcionadas por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), al menos 2.543 mujeres permanecen en recintos penitenciarios y anexos femeninos, representando un 9% de la población penal viviendo en condiciones de abandono.
Consultada sobre este tema, una ginecóloga especializada en oncología destacó que “una mamografía, eco mamario y/o chequeo físico puede detectar el cáncer a tiempo”. No obstante, muchas de estas mujeres solo reciben atención médica en estados de salud avanzados, lo que complica el tratamiento efectivo de la enfermedad.
Testimonios de exreclusas y actuales internas revelan que durante su tiempo en prisión nunca recibieron una revisión médica especializada. En un sistema donde una mamografía o ecografía requiere de trámites judiciales, la burocracia se convierte en otra barrera para la prevención y tratamiento temprano de enfermedades.
Una interna compartió que en ocasiones realizan jornadas médicas, pero “no todas somos atendidas, no traen suficientes espéculos ni nada de eso”, lo que deja a muchas mujeres con diagnósticos de salud crítica desamparadas y dependientes del apoyo económico de sus familias para la adquisición de medicinas.
El informe anual del OVP de 2023 titulado «Degradación, desprecio y abandono: características del sistema penitenciario venezolano», documentó que durante el año anterior sólo se llevó a cabo una jornada ginecológica en el Centro de Formación para la Mujer Nueva “Manuelita Sáenz”. No obstante, no se especificó cuántas mujeres fueron beneficiadas, a pesar de que existen múltiples anexos y una cárcel específica para mujeres.
Incluso en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), la única cárcel para mujeres en Venezuela, la atención médica es deficiente, limitada a cuidados primarios, con escasos insumos y personal.
En este contexto del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, el OVP hace un llamado urgente al Ministerio para el Servicio Penitenciario para realizar una evaluación integral a las más de 2.500 mujeres en centros de reclusión. Se solicita la intervención de médicos especialistas, como ginecólogos y oncólogos, para atender sus necesidades de salud.
Asimismo, se sugiere la habilitación de consultorios médicos completamente equipados y la organización de una jornada masiva de mamografías, asegurando que ninguna mujer quede sin la atención necesaria. Esta medida contribuiría significativamente a la detección temprana y al tratamiento eficaz del cáncer de mama, apoyando la lucha contra esta devastadora enfermedad.
Observatorio Venezolano de Prisiones