En los últimos tres días, la maquinaria mediática del chavismo ha estado en plena actividad, difundiendo la falsa narrativa de que el presidente Nicolás Maduro fue invitado a la cumbre de los BRICS y recibido con entusiasmo por sus miembros. Sin embargo, esta afirmación fue desmentida tras el reconocimiento del canciller chavista, quien admitió que la delegación venezolana no pudo acceder al evento.
Este jueves, el gobierno de Nicolás Maduro repudió la decisión de Brasil de vetar la entrada de Venezuela al grupo de economías emergentes BRICS, un acto que Caracas considera un «gesto hostil» y una «agresión» contra los intereses de la nación. Venezuela ha estado buscando insistentemente ser admitida en este bloque.
En un comunicado, la Cancillería venezolana expresó que con este veto se está «reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales» para impedir, por ahora, el ingreso de la patria de Bolívar a esta organización.
La declaración añade que esta acción «constitute una agresión a Venezuela» y un gesto hostil que se suma a la política criminal de sanciones impuestas contra un pueblo valiente y revolucionario. El comunicado afirma que «ninguna artimaña o maniobra concebida contra Venezuela detendrán el curso de la historia».
El Ejecutivo de Nicolás Maduro aseguró contar con «el respaldo y apoyo de los países participantes en esta cumbre», celebrada en Rusia entre el 22 y el 24 de octubre, para la formalización de su ingreso a este mecanismo de integración.
Sin embargo, la representación de la Cancillería brasileña decidió mantener el veto que el expresidente Jair Bolsonaro aplicó a Venezuela durante años, lo cual contradice la naturaleza y postulados de los BRICS. El comunicado concluye afirmando que «el pueblo venezolano siente indignación y vergüenza por esta agresión inexplicable e inmoral de la Cancillería brasileña».
El excanciller y asesor del gobierno brasileño, Celso Amorín, había adelantado que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva no impulsaría el ingreso de Venezuela a los BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica. Este distanciamiento entre Venezuela y Brasil se ha intensificado desde las elecciones del 28 de julio, en las que las autoridades venezolanas proclamaron la victoria de Maduro, un resultado cuestionado por la oposición y diversos gobiernos, incluido el de Lula.