El precio del litio ha experimentado una caída vertiginosa de más del 80% en los últimos dos años, reduciéndose de US$70.000 la tonelada a aproximadamente US$10.000. Esta tendencia ha sorprendido al mercado, especialmente considerando el papel crucial que desempeña el litio en la manufactura de baterías para vehículos eléctricos, celulares y computadores, dispositivos cuya demanda mundial sigue creciendo.
Causas de la Bajada del Precio
A pesar de la creciente popularidad de los vehículos eléctricos y otros dispositivos, el factor predominante detrás de esta caída es el exceso de oferta frente a una demanda saturada. Los productores globales, anticipando un auge en la demanda, incrementaron sus operaciones, especialmente con miras al mercado chino, el más grande de autos eléctricos. No obstante, las ventas en China no alcanzaron las expectativas halagüeñas, creando un superávit de litio que ha afectado los precios.
Impacto en Australia, el Líder en Producción
Australia, que lidera la producción mundial de litio, ha sentido el impacto de esta caída. La disminución de precios ha llevado a la suspensión parcial de operaciones en varias compañías mineras, aunque otras, como Pilbara Minerals, han optado por expandir sus operaciones, confiando en una eventual recuperación del mercado.
Sin embargo, Australia enfrenta desafíos únicos: su proceso de extracción requiere aproximadamente tres veces más energía que Chile y Argentina, aumentando los costos y emisiones. Esto se debe a que el litio australiano, conocido como espodumena, se extrae de roca sólida, mientras que en América Latina se produce evaporando salmuera.
América Latina: Chile y Argentina en el Ojo del Huracán
Las economías de Chile y Argentina han sentido el descenso de precios de formas diferentes. En Chile, dos grandes compañías, SQM y Albemarle, operan en el Salar de Atacama bajo un modelo único de arriendo de propiedad minera del Estado. La estructura impositiva escalonada se ve afectada por los precios bajos, reduciendo las contribuciones fiscales.
Por otro lado, en Argentina, las expectativas estaban centradas en el incremento de la producción de litio, con planes que han sido abruptamente reevaluados debido al cambio en el mercado. Varios proyectos han enfrentado desafíos financieros, postergando la producción y revisando acuerdos de financiación.
Implicaciones Globales y Perspectivas Futuras
Aunque la caída del precio complica las finanzas de las empresas y las arcas públicas, el litio sigue siendo un componente estratégico para la transición energética mundial. Tanto Estados Unidos como Europa ven a América Latina como un elemento clave en sus cadenas de suministro.
En el horizonte de mediano y largo plazo, las estimaciones proyectan que el precio del carbonato de litio podría elevarse, alcanzando US$16.000 la tonelada en los próximos dos años y posiblemente US$18.000 hacia 2030.
En un contexto global de creciente competencia y regulaciones inciertas, sumado a las tensiones entre las mayores economías del mundo, el rol de Chile y Argentina como actores relevantes del mercado del litio parece asegurado, aunque con desafíos significativos en el camino.