El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ha manifestado su rechazo y repudio ante el intento de asesinato contra el exmandatario boliviano, Evo Morales. A través de la red social Telegram, el líder venezolano expresó su confianza en que Bolivia, considerada «la hija predilecta de El Libertador Simón Bolívar», y sus instituciones, investigarán a fondo para identificar a los responsables de este atroz ataque.
Maduro aseguró que tanto el Gobierno como el pueblo venezolano se solidarizan con Morales, reafirmando el compromiso de Venezuela con la democracia y la paz en la región. Venezuela expresó su satisfacción por el inicio de las investigaciones por parte del gobierno de Luis Arce, dirigidas a esclarecer y penalizar este atentado que ha alterado la tranquilidad del pueblo boliviano. Además, el Gobierno venezolano reafirmó su apoyo al Movimiento al Socialismo y su inquebrantable amistad con el pueblo de la nación andina.
Por su parte, el canciller venezolano, Yván Gil, emitió un comunicado donde condenó enérgicamente el incidente. Este hecho, ocurrido en el Trópico de Cochabamba, cuando el vehículo de Morales fue blanco de una ráfaga de catorce disparos, es descrito como un acto de violencia fascista que busca sembrar odio político en Bolivia. Gil enfatizó que estos actos son inaceptables y contrarios a los valores de paz y democracia que deben prevalecer en la región.
El presidente Luis Arce ha respondido rápidamente a los hechos, ordenando «una inmediata y minuciosa investigación» para esclarecer lo ocurrido. La comunidad internacional y los países de la región observan de cerca el desarrollo de las investigaciones, en espera de que se haga justicia y se garantice la seguridad de los líderes políticos y la estabilidad en el país.
El atentado contra Evo Morales ha generado un fuerte rechazo a nivel internacional, con diversos líderes expresando su preocupación por el aumento de la violencia política en América Latina. Las miradas ahora están puestas en el gobierno boliviano y en su capacidad para llevar a cabo una pesquisa eficaz que sancione a los culpables y brinde garantías a la sociedad.