A lo largo de los últimos años, la preocupación por la calidad del agua ha ido en aumento entre los consumidores, especialmente aquellos que han experimentado problemas de salud que los han llevado a reconsiderar sus hábitos de consumo. Un ejemplo notable es Myrna Quintana, quien hace más de una década comenzó a prestar especial atención a lo que consume, asegurándose de que todo lo que come y bebe sea beneficioso para su salud después de un diagnóstico de cáncer.
Quintana sostiene que uno de sus principales cambios fue en su alimentación y en garantizar que el agua que ingiere esté libre de contaminantes. «Me preocupan muchas cosas porque siento que nuestra agua, al ser reciclada —un proceso verdaderamente increíble —, necesita la adición de demasiados químicos para convertirse en potable», reflexiona Quintana.
Los tratamientos de agua a menudo implican el uso de químicos como el cloro y el amoniaco, que juntos se conocen como cloramina. Estos se utilizan para proteger contra las bacterias, y están regulados por límites seguros establecidos por el gobierno federal. Sin embargo, en ciertos casos, accidentes como derrames de productos de limpieza pueden originar contaminaciones que obliguen a emitir órdenes de hervir el agua, como ocurrió en julio en Lauderhill debido a altos niveles de trihalometanos, un subproducto de la desinfección.
Este tipo de situaciones generan dudas en los consumidores, impulsándolos a realizar análisis de su agua potable en busca de alternativas más seguras. Aunque los límites gubernamentales regulan varios contaminantes, algunos elementos indeseados como el arsénico, el mercurio y los nitratos pueden todavía encontrarse en ciertas cantidades. Consultar el informe anual de calidad del agua que publica cada distrito puede aclarar estas dudas, y servir como base para decidir sobre el uso de filtros específicos para eliminar ciertos elementos.
En el mercado existen una variedad de filtros, desde el simple carbón activado hasta los complejos sistemas de ósmosis inversa, adaptando así su funcionalidad a las distintas necesidades y presupuestos. El empaquetado de cada filtro proporciona detalles sobre los contaminantes que puede remover, ofreciendo así una guía para los consumidores. No obstante, es esencial verificar cada cuánto tiempo se debe reemplazar el filtro seleccionado para ser efectivo completamente.
La adquisición de un filtro de agua para el hogar es una decisión que no debe tomarse a la ligera. Con una variedad de opciones disponibles, es crucial que los consumidores se informen y evalúen sus necesidades específicas para garantizar la seguridad y calidad del agua que ingieren día a día.