Amnistía Internacional (AI) ha lanzado una advertencia contundente sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela. En una entrevista concedida a la agencia EFE desde Lisboa, Agnès Callamard, secretaria general de AI, describió un panorama desolador, afirmando que el país ha ido de mal en peor en materia de derechos humanos y que no se han registrado progresos significativos en la última década.
Un Diagnóstico Alarmante y Coincidente
Callamard aseguró que Amnistía Internacional comparte el mismo diagnóstico que una misión de expertos independientes, establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Según dicha misión, Venezuela ha experimentado una de las crisis de derechos humanos más graves tras las elecciones de julio pasado. Nicolás Maduro fue declarado vencedor en un anuncio controvertido, mientras la oposición rechazó los resultados y denunció fraude.
Una Investigación Exhaustiva y Preocupante
Durante los últimos cinco años, Amnistía Internacional ha llevado a cabo una investigación a fondo en Venezuela, encontrando pruebas de crímenes contra la humanidad, especialmente en lo que se refiere a la persecución con motivos políticos. Callamard enumeró hallazgos inquietantes, como ejecuciones extrajudiciales, tortura, detenciones arbitrarias, y estigmatización de defensores de derechos humanos. Además, en el periodo post-electoral, la represión ha escalado significativamente, dejando un deterioro marcado.
Unas 2.000 personas permanecen detenidas tras los comicios, entre ellas varios activistas pro derechos humanos. Callamard destacó que al menos 25 personas, incluidos menores, han perdido la vida debido al uso de fuerza letal. Además, se ha implementado una ley anti-ONG y se ha maltratado a menores que aún continúan detenidos.
Impacto Interno para Amnistía Internacional
La situación también ha impactado a AI, obligando a sus miembros a abandonar el país y tomar numerosas precauciones para continuar su trabajo. Ante este escenario, el grupo exige la liberación incondicional de aquellos detenidos por expresar pacíficamente sus puntos de vista políticos o de otro tipo. Callamard subrayó la necesidad de poner fin a las detenciones arbitrarias y de exigir rendición de cuentas por los acontecimientos recientes.
El Régimen de Sanciones y la Complejidad Internacional
Sobre el régimen de sanciones contra Venezuela, Callamard opinó que sus resultados han sido moderados. Durante y después de la pandemia, así como a lo largo de la guerra en Ucrania, Venezuela y su petróleo han ganado un atractivo inesperado, incluso para aquellos que inicialmente condenaron al país. Según la activista, la crisis de derechos humanos es proactiva y no parece tener un final a la vista.
Con la situación de los derechos humanos en Venezuela en el centro de la atención internacional, las palabras de Amnistía Internacional resaltan la urgencia de una respuesta global coordinada para abordar las violaciones persistentes y garantizar la protección de los derechos fundamentales en el país.
EFE