La zafra de caña de azúcar en el estado Portuguesa promete ser un motor de desarrollo económico crucial para la región y el país durante el ciclo 2024-2025. Con la creación de 12,900 empleos directos e indirectos, el sector cañicultor y azucarero se erige como un pilar esencial para el dinamismo económico y social, ofreciendo oportunidades laborales para una amplia gama de profesiones y oficios.
Impulso Económico y Social
El cultivo y procesamiento de la caña de azúcar no solo generan empleo; también fomentan un ciclo virtuoso que impulsa la economía local, movilizando una significativa masa monetaria. Esto, a su vez, facilita el acceso de numerosas familias a bienes y servicios, fortaleciendo el tejido social de la región durante los aproximadamente seis meses que dura la zafra.
Detalle de la Generación de Empleos por Regiones
Zona Norte: En esta área, predominan los centrales azucareros Portuguesa y Las Majaguas. Aquí, se prevé la creación de 1,400 empleos directos y 5,350 indirectos, alcanzando un total de 6,750 puestos laborales. La ingeniero Guiomar Bereciartu, Gerente de Calidad del Central Portuguesa, especifica que este ingenio es responsable de 750 empleos directos y 3,750 indirectos. Por su parte, el ingeniero José García, Gerente Agrícola del Central Las Majaguas, añade que se generarán 650 empleos directos y 1,600 indirectos.
Zona Sur: En esta región trabajan los centrales Destilería Yaracuy y Batalla de Araure, con una proyección de 1,250 empleos directos y 4,900 indirectos, sumando 6,150 oportunidades en total. El Central Azucarero Destilería Yaracuy contribuirá con 800 empleos directos y 4,000 indirectos, mientras que el Central Batalla de Araure planea generar 450 empleos directos y 900 indirectos.
Expectativas de Crecimiento
El aporte del estado Portuguesa no es menor, ya que estas cifras representan más del 85% de la producción de caña y azúcar de Venezuela. La expectativa de esta zafra es superar los resultados de la temporada 2023-2024, ya que varios centrales aspiran aumentar significativamente su capacidad de molienda. Este desafío demanda una mayor cantidad de mano de obra, reflejando la resiliencia y adaptabilidad del sector ante las nuevas realidades económicas.
En conclusión, la zafra 2024-2025 no solo es un hito en la producción de azúcar en Portuguesa, sino también un símbolo del potencial de crecimiento y desarrollo sostenible que puede alcanzar la región a través de una planificación estratégica y un compromiso colectivo con el progreso económico y social.
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