En un reciente desarrollo diplomático, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, desmintió este lunes las acusaciones de asedio dirigidas hacia la embajada de Argentina en Caracas. El gobierno de Javier Milei había expresado previamente su preocupación debido a lo que describió como «hostigamiento» contra su sede diplomática.
Desde el mes de marzo, seis colaboradores de la dirigente opositora María Corina Machado se encuentran refugiados en la embajada argentina, incluyendo a su jefa de campaña, Magalli Meda. En respuesta a estas circunstancias, Cabello manifestó su desconocimiento sobre las acusaciones, calificando a Milei de «fascista» durante una rueda de prensa del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Denuncias de asedio
El pasado sábado, la cancillería de Argentina emitió una denuncia pública señalando «actos de hostigamiento e intimidación» en contra de su embajada en Caracas. El gobierno argentino exigió a Venezuela la emisión de «salvoconductos necesarios» para permitir que los opositores refugiados puedan salir del país. Asimismo, el Ministerio de Exteriores argentino denunció el despliegue de efectivos armados, el cierre de calles alrededor de la embajada y cortes de electricidad como acciones perturbadoras de la seguridad.
«Que paguen la luz, que paguen los servicios, nosotros no le vamos a regalar nada», comentó irónicamente Cabello, reafirmando su posición.
El ministro también hizo alusión al fin de la impunidad en Venezuela en relación con María Corina Machado, a quien calificó de «terrorista». Machado permanece en la clandestinidad después de denunciar fraude en la reelección del presidente Nicolás Maduro el pasado 28 de julio. La oposición sostiene que Edmundo González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España, fue el verdadero ganador de los comicios.
Reacciones internacionales
En un intento de mediar en la situación, Brasil anunció en agosto que asumiría la custodia de la delegación diplomática argentina con el consentimiento de Caracas. Sin embargo, un mes después, Venezuela revocó esta decisión. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha sostenido su posición de no reconocer a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales, y ha reiterado su compromiso en defender los intereses de Argentina.