La líder opositora venezolana, María Corina Machado, ha enfatizado este martes la importancia de la declaración emitida por el G7, que reconoce a Edmundo González Urrutia como el legítimo ganador de los comicios del 28 de julio. Este respaldo contrasta con el controvertido resultado oficial que favorece a Nicolás Maduro, sin la publicación de las actas mesa por mesa, en incumplimiento de la normativa legal vigente.
Desde la plataforma X, Machado, una de las principales aliadas de González Urrutia, extendió su agradecimiento a los ministros de Exteriores del G7, que comprende a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. En su declaración, el grupo reafirmó su compromiso de apoyar los esfuerzos de los socios regionales para facilitar una transición democrática y pacífica en Venezuela.
En su mensaje en la red social, la opositora destacó que el G7 ha renovado su llamado a que la transición democrática avance a partir de la victoria de González Urrutia en las elecciones del 28 de julio. Hasta la fecha, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha hecho públicos los resultados desglosados, a pesar de estar en el cronograma aprobado para el proceso electoral.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición antichavista, también celebró la declaración del grupo, considerándola como un «contundente respaldo al pueblo venezolano y a la expresión de la voluntad popular». En un comunicado divulgado en X, la PUD afirmó: «Unidos lograremos una transición pacífica en nuestra nación y contamos con el creciente apoyo de la comunidad internacional».
Declaración del G7 y la respuesta del gobierno de Maduro
En la declaración final de su cumbre en Italia, el G7, que agrupa a las democracias más industrializadas del mundo, señaló que el 28 de julio el pueblo venezolano se expresó en «las urnas claramente, votando por un cambio democrático y apoyando» a González Urrutia con «una mayoría significativa». Además, los siete países instaron a la liberación de los presos políticos detenidos injustamente y expresaron su profunda preocupación por las «continuas violaciones y abusos de los derechos humanos sufridas por la oposición política, la sociedad civil y los medios independientes» en Venezuela.
En respuesta, el gobierno venezolano rechazó «categóricamente» lo que calificó como un «absurdo», y anunció que revisará de «manera integral» sus relaciones con cada uno de estos países debido a lo que considera una «actitud injerencista y arrogante», advirtiendo que tal postura «no quedará sin respuesta».
Este intercambio resalta la tensión internacional respecto a la situación política en Venezuela, mientras la comunidad global observa de cerca el desarrollo de los acontecimientos.