El expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica ha expresado su firme posición contra el «régimen autoritario» de Nicolás Maduro en Venezuela, subrayando que el cambio necesario debe surgir «de adentro». En una entrevista con la agencia AFP, Mujica remarcó su convicción de que los problemas de Venezuela deben ser resueltos por los propios venezolanos y advirtió contra la intervención externa, abogando por una ayuda que no implique injerencia.
Mujica, quien fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, se distanció del gobierno de Maduro, negando que este represente un régimen de izquierda como el de su predecesor, el fallecido Hugo Chávez. En sus declaraciones, destacó que «muchos de los chavistas están perseguidos en el mundo», lo que refleja las divisiones internas y la represión dentro del país.
El exmandatario también criticó el «autoritarismo» reinante en Nicaragua bajo el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Mujica recordó la «revolución soñadora contra Somoza», lamentando en qué se ha convertido la revolución sandinista. Describió la situación como «monstruosa», subrayando la falta de sentido del actual gobierno.
En cuanto a Cuba, Mujica reconoció la singularidad de su régimen de partido único y expresó su desacuerdo con dicha forma de gobierno, aunque admite las relaciones que se mantienen con otros países de ideología similar, como China y Vietnam. «Lo que más me revienta es cuando juegan a la democracia y después le hacen fraude. Eso es insoportable», sentenció Mujica, evidenciando su desaprobación hacia gobiernos que manipulan procesos democráticos.
El autoritario pasado de América Latina, influenciado por intervenciones extranjeras, es algo que Mujica considera un «paso atrás». Sin embargo, lamenta que ahora sean las propias naciones latinoamericanas las que cometen errores similares.
Mujica también dirigió críticas hacia el expresidente boliviano Evo Morales, quien mantiene una disputa de poder con el presidente Luis Arce. Mujica reflexionó sobre la necesidad de reconocer el momento adecuado para retirarse de la vida política, tildando la situación de Morales como «inconcebible».
Asimismo, expresó su opinión sobre Cristina Kirchner, ex presidenta y vicepresidenta de Argentina, cuestionando su permanencia en la escena política en lugar de dar paso a nuevas generaciones.
Finalmente, mostró su preocupación por la falta de sucesión política en Brasil, donde su «viejo amigo» Luiz Inácio Lula da Silva gobierna nuevamente sin un sucesor aparente a la vista. Mujica destacó: «Lula está cerca de los 80 años. Y no tiene repuesto. Esa es la desgracia de Brasil».
Las declaraciones de José Mujica resaltan la complejidad política en América Latina y subrayan la necesidad de cambios internos, mientras condenan la perpetuación de liderazgos autoritarios en la región.
EFP