Desde las primeras horas del 4 de diciembre, más de 20 agentes de cuerpos de represión del Estado se han presentado en la residencia oficial de la Embajada de Argentina en Caracas, que se encuentra bajo custodia de Brasil. Los funcionarios llegaron en cinco patrullas y vehículos civiles, mostrando una actitud agresiva y llevando a cabo acciones de hostigamiento. Las instrucciones relacionadas con un posible ingreso a la sede diplomática han generado zozobra y terror en los alrededores, además de provocar el cierre de la calle, afectando el libre tránsito y la tranquilidad de los vecinos, incluidos miembros de otras delegaciones diplomáticas que residen en la misma zona.
Estas acciones del régimen intensifican lo que se percibe como un estado de sitio en esta área de Caracas, afectando a los asilados y a las casas vecinas, todos ellos víctimas de un continuo asedio y violencia por parte de las autoridades. La sede de la embajada se encuentra sin servicio eléctrico desde hace 12 días debido al robo de fusibles por parte del régimen, junto a restricciones de acceso a agua y otros servicios esenciales.
La situación ha llevado a que la residencia diplomática sea vista como una cárcel, a la vista del mundo, en una violación de todos los acuerdos internacionales de protección diplomática. Este escenario refleja el mismo terror que se ha empleado contra ciudadanos, activistas y todos aquellos que luchan por la verdad y la libertad en el país.
La líder opositora Maiia Corina Machado ha hecho un llamado urgente a los gobiernos de Argentina y Brasil para que aborden esta situación con la seriedad que merece y dediquen todos sus esfuerzos para garantizar salvoconductos. Asimismo, se solicita a estos gobiernos, junto al cuerpo diplomático acreditado en Venezuela, que garanticen la protección y servicios esenciales para los asilados.