El cuerpo de Jesús Rafael Álvarez, un preso político que falleció bajo custodia del Estado, fue trasladado este sábado a Anaco, en el estado Anzoátegui. Una carroza fúnebre partió desde la morgue de Valencia, donde el cadáver permaneció tras realizarse una autopsia cuyos resultados aún no han sido divulgados.
Jesús Alejandro Álvarez Suárez, hijo de 20 años del fallecido y de Anny Suárez, también detenida por motivos políticos, encabezó el proceso para la entrega del cuerpo. Después de más de seis horas de trámites en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) en Tocuyito, logró salir acompañado por funcionarios y familiares hasta la morgue. No obstante, las circunstancias del deceso de su padre siguen envueltas en un preocupante hermetismo.
En declaraciones al diario El Carabobeño, Jesús Alejandro expresó su desesperación por la situación de sus padres. «A él me lo entregaron muerto, no quiero que ocurra lo mismo con ella. Quiero que me la entreguen mientras esté viva», afirmó, refiriéndose a Anny Suárez, que permanece recluida en un centro de detención en Puerto La Cruz.
La familia de Jesús Alejandro, incluidas sus dos hermanas menores de 17 y siete años, fue víctima de una redada el pasado 2 de agosto en su vivienda en El Callao, estado Bolívar. Desde entonces, han enfrentado una tragedia que incluye la muerte de Jesús Rafael Álvarez en el penal de Tocuyito, cuatro meses después de su arresto.
Silencio Oficial Ante la Indignación Generalizada
Pese a la gravedad del caso, las autoridades venezolanas no han emitido información oficial sobre las causas de la muerte del preso político ni sobre la situación de su esposa. Este silencio por parte de los cuerpos de seguridad ha generado indignación entre defensores de derechos humanos y familiares de otros detenidos.
La comunidad internacional y diversas organizaciones humanitarias han denunciado de manera reiterada las condiciones de reclusión de los presos políticos en Venezuela. Además, señalan tratos inhumanos y negligencia médica como factores críticos en casos como el de Jesús Rafael Álvarez.
La familia ahora clama por justicia y exige respuestas mientras se enfrenta al luto y la incertidumbre.