En una rueda de prensa reciente, Diosdado Cabello, el ministro del Interior de Venezuela, emitió fuertes declaraciones contra la Unión Europea (UE), calificando a sus miembros de «arrogantes». Este comentario surge en respuesta a las evaluaciones que los 27 miembros de la UE están realizando para considerar la imposición de nuevas sanciones contra funcionarios del gobierno chavista.
Durante su intervención, transmitida por el canal estatal VTV, Cabello no escatimó en palabras y criticó abiertamente a la Unión Europea, instándola a «lavarse ese paltó» y acusándola de intromisión en los asuntos internos de Venezuela. En sus declaraciones, afirmó que la UE «no tiene nada que hacer en Venezuela» y que no debería «meter sus narices» en la crisis que enfrenta el país sudamericano.
La UE ha sancionado a 55 figuras políticas venezolanas, incluidas la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, así como al mismo Diosdado Cabello. Estas medidas, que se han mantenido desde 2017 y se han prorrogado hasta enero de 2025, buscan fomentar «soluciones democráticas consensuadas» para lograr la estabilidad política en Venezuela y atender las necesidades urgentes de su población.
Las sanciones incluyen la prohibición de viajar y la inmovilización de activos para personas y entidades implicadas en violaciones de derechos humanos y en el socavamiento de la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela. Además, se ha impuesto un embargo de armas y de equipos destinados a la represión interna.
Las contundentes declaraciones de Cabello subrayan la creciente tensión entre Venezuela y la Unión Europea, en un contexto marcado por años de sanciones que han buscado presionar al gobierno venezolano a adoptar reformas políticas. Mientras tanto, el futuro de las relaciones entre el país sudamericano y el bloque europeo sigue siendo incierto, con posibles nuevas sanciones en el horizonte que podrían intensificar aún más las tensiones.
