La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha anunciado un plan para brindar apoyo legal a las familias mexicanas ante la posible reintroducción de la detención de familias migrantes, una medida promovida por el próximo presidente estadounidense Donald Trump y su “zar de la frontera,” Tom Homan.
En su conferencia matutina, Sheinbaum declaró: «Todo el apoyo que tenemos que dar en caso de que se dé una situación de deportaciones a las familias mexicanas, todo el apoyo legal, y también en México, cuando lleguen a México, que sean recibidos bien, con una bienvenida». Esta declaración surge en respuesta al anuncio de Homan, quien informó a The Washington Post que las autoridades migratorias planean detener a adultos con hijos menores en centros con tiendas de campaña, una práctica que había sido cerrada por el presidente Joe Biden en 2021.
La presidenta aseguró que México ofrecerá protección a los mexicanos en Estados Unidos a través de sus 53 consulados, calificados como la red consular más grande del mundo por el canciller Juan Ramón de la Fuente. «Por eso lo que presenta hoy el canciller, que sepan que tienen derechos, que no se puede deportar a una persona tomándola y llevándola a la frontera, sino que tiene que seguirse una serie de procedimientos legales en Estados Unidos», explicó Sheinbaum.
Claudia Sheinbaum también planea informar al equipo de Donald Trump sobre la significativa aportación económica de los mexicanos en Estados Unidos, quienes contribuyen con un 8% al producto interior bruto estadounidense. Las deportaciones masivas, prometidas por Trump, preocupan en México ya que los mexicanos constituyen cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, y sus remesas representan casi el 4% del PIB de México. Este año, se espera que estas remesas alcancen un récord de cerca de 65,000 millones de dólares.
«Es esta visión que tenemos, de apoyo a las y los mexicanos en Estados Unidos, de conocimiento de lo que aportan las y los mexicanos en nuestro vecino país», concluyó la mandataria. Esta firme estrategia apunta a salvaguardar los derechos y el bienestar de los ciudadanos mexicanos en tiempos de cambio en el panorama migratorio de Estados Unidos.