La prevista reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, programada para concretarse el próximo 10 de enero, ha encendido alarmas en la comunidad internacional, en la oposición venezolana y entre expertos en política migratoria. Se teme que este evento pueda desencadenar una nueva ola migratoria desde Venezuela, una nación que ya ha visto emigrar a más de ocho millones de sus ciudadanos en los últimos años.
Líderes opositores como María Corina Machado, junto con analistas internacionales como Miguel Rodríguez Mackay y Ramiro Escobar, advierten que las condiciones internas en el país podrían intensificar aún más la crisis migratoria y humanitaria en la región. El Consejo Nacional Electoral de Venezuela declaró a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones del 28 de julio, un resultado que ha sido denunciado como fraudulento por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición opositora.
Por su parte, Edmundo González Urrutia, a quien la oposición considera el legítimo ganador, está llevando a cabo una gira internacional en busca de reconocimiento y apoyo político. Sin embargo, su regreso a Venezuela enfrenta serias amenazas: “Si él vuelve, será preso inmediatamente y llevado a Ramo Verde, la cárcel de Nicolás Maduro”, afirmó el excanciller Miguel Rodríguez Mackay.
Los especialistas coinciden en que la reelección de Maduro exacerbará la migración venezolana. Rodríguez Mackay explicó que el flujo migratorio será “progresivamente ascendente” y subrayó que este fenómeno continuará mientras no haya un cambio drástico en las condiciones del país. Ramiro Escobar, otro analista clave, añadió que, aunque la situación económica en Venezuela ha experimentado ligeras mejoras, estas no son suficientes para evitar un éxodo.
Escobar también destacó que Maduro está intentando proyectar una imagen de estabilidad económica que no se corresponde con la realidad. A pesar de la liberalización del dólar y algunas inversiones, Venezuela sigue siendo un país profundamente precario. Hugo de Zela, exembajador, expresó: “Si Maduro asume el poder, esa ola migratoria se producirá de todas maneras”, lo que requerirá reforzar tanto la seguridad como la vigilancia en las fronteras.
En cuanto a las soluciones para Venezuela, Miguel Rodríguez Mackay y Ramiro Escobar coinciden en la necesidad de combinar acciones internas con estrategias internacionales concertadas. Rodríguez Mackay enfatizó que el cambio debe surgir desde dentro del sistema venezolano, particularmente desde el sector militar que hasta ahora ha sostenido a Maduro en el poder. Asimismo, sugirió revitalizar el desaparecido Grupo de Lima para coordinar esfuerzos regionales en pro de un retorno a la democracia.
Por otro lado, Escobar propuso una salida basada en la negociación regional, sugiriendo que países influyentes en América Latina deben liderar un esfuerzo diplomático para facilitar un cambio político en Venezuela.
Mientras tanto, María Corina Machado ha convocado a manifestaciones tanto en las calles de Venezuela como a nivel internacional para el 9 de enero, un día antes de la esperada toma de posesión presidencial, a la que tanto Nicolás Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia han manifestado su intención de asistir.