El número de víctimas fatales por los incendios que asolan la ciudad de Los Ángeles ha alcanzado 24, según informaron las autoridades el domingo. Los incendios, que continúan asolando la segunda ciudad más grande de Estados Unidos por sexto día consecutivo, han reducido comunidades enteras a cenizas y dejado a miles de personas sin hogar.
El Departamento Forense del condado de Los Ángeles publicó una lista de las víctimas, aunque sin revelar sus identidades. Los informes destacan que ocho de los fallecidos fueron encontrados en la zona del incendio de Palisades y 16 en el área del incendio de Eaton.
A pesar de los esfuerzos de los bomberos para frenar la propagación del incendio en la zona de Palisades, las condiciones podrían empeorar debido a la llegada de vientos peligrosos de hasta 110 km/h, lo que genera una situación especialmente riesgosa, según indicó Rose Schoenfeld, del Servicio Meteorológico Nacional. Estos vientos, que se espera comiencen el martes, podrían avivar las llamas y transportar brasas hacia nuevas áreas.
El jefe del Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, confirmó que su departamento ha recibido refuerzos, incluidos camiones cisterna y bomberos de otras zonas, para enfrentar la amenaza renovada. Sin embargo, la posibilidad de cortes de agua en hidrantes sigue siendo una preocupación.
Mientras tanto, la frustración aumenta entre los miles de evacuados a quienes se les ha informado que no podrán regresar a sus hogares hasta, al menos, el jueves. La orden de evacuación afecta ahora a aproximadamente 100,000 personas. Las autoridades también han reforzado la presencia policial y la intervención de la Guardia Nacional para proteger las propiedades en zonas evacuadas.
El incendio en Palisades ha consumido 9,500 hectáreas con solo un 11% de contención, mientras que el incendio en Eaton abarca 5,700 hectáreas y está contenido en un 27%. Las autoridades han advertido sobre la presencia de «tornados de fuego», un fenómeno que se produce cuando un incendio es tan intenso que genera su propio clima.
El gobernador de California, Gavin Newsom, prometió reconstruir la ciudad, haciendo referencia a un «Plan Marshall», mientras que el presidente electo, Donald Trump, criticó a las autoridades californianas por su gestión, calificando la situación como una de las peores catástrofes en la historia del país.
En respuesta a la emergencia, se han sumado esfuerzos internacionales, incluyendo equipos de México y la oferta del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, de enviar bomberos para colaborar.
Una amplia investigación federal y local busca determinar las causas de estos incendios devastadores. Aunque el inicio de un incendio forestal puede ser deliberado o natural, la urbanización y el cambio climático están amplificando las condiciones propicias para incendios destructivos, poniendo en riesgo a más personas y comunidades.
AFP
