El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sancionado una nueva legislación que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las escuelas públicas y privadas del país durante las clases y los recreos. Esta medida, que ha sido celebrada por el mandatario, coloca a Brasil junto a países como España y Francia, que ya han implementado regulaciones similares.
Lula da Silva destacó que la prohibición es «absolutamente necesaria», argumentando que los seres humanos deben vivir en comunidad y necesitan «abrazos, miradas y atención». En su discurso, el presidente subrayó que, desde el inicio de su mandato, ha restringido el uso de teléfonos móviles en reuniones oficiales para evitar distracciones similares a las que se experimentan en las instituciones educativas.
La norma, aprobada previamente por el Parlamento a finales del año pasado, contempla algunas excepciones. Los teléfonos podrán ser utilizados en las aulas con «fines pedagógicos» y siempre bajo la supervisión de los profesores. Esta legislación aplicará a toda la educación básica, que incluye los niveles preescolar, primario y secundario, y entrará en vigor en el actual año lectivo.
Durante los debates en las cámaras legislativas, se justificó la prohibición citando estudios que han identificado una correlación entre el uso de celulares y problemas de rendimiento académico, especialmente durante las clases. El estado de São Paulo, el más poblado de Brasil, ya había implementado una ley similar en noviembre pasado, estableciendo un precedente en el país para esta clase de medidas.
La sanción de esta ley representa un paso importante en la regulación del uso de tecnología en la educación, alineándose con prácticas internacionales que buscan mejorar el enfoque académico y fomentar la interacción social entre los estudiantes.
EFE
