TikTok ha reanudado sus operaciones en Estados Unidos después de que las restricciones federales que impidieron su funcionamiento fueran temporalmente suspendidas por una orden ejecutiva del presidente electo Donald Trump. Este movimiento se produce en medio de tensiones políticas y preocupaciones de seguridad nacional que rodean a la popular plataforma de videos.
Trump anunció a través de su cuenta en Truth Social que planeaba ofrecer más tiempo a ByteDance, la empresa matriz de TikTok con sede en China, para encontrar un comprador aprobado antes de implementar una prohibición permanente. En consecuencia, Google y Apple retiraron temporalmente la aplicación de sus tiendas digitales siguiendo la ley que exigía esta acción si ByteDance no vendía su operación en Estados Unidos para el domingo. La medida, respaldada por un amplio consenso bipartidista, contemplaba severas multas por incumplimiento.
Tras las declaraciones de Trump, TikTok comunicó en su cuenta de X que las palabras de Trump proporcionaron la «claridad y seguridad necesarias» a sus proveedores de servicios, asegurando que no enfrentarán penalizaciones por continuar ofreciendo TikTok a millones de usuarios estadounidenses. Poco después, usuarios reportaron que la aplicación comenzó a funcionar nuevamente, aunque su disponibilidad en las tiendas de aplicaciones de Apple y Google sigue en proceso.
La reactivación parcial de TikTok ocurre tras un fallo unánime de la Corte Suprema de Estados Unidos, que priorizó las preocupaciones de seguridad nacional sobre las limitaciones al discurso impuestas por la aplicación. Usuarios que intentaron acceder a TikTok durante la interrupción encontraron mensajes emergentes indicando que la plataforma no estaba disponible temporalmente debido a la ley promulgada.
La situación ha generado interés por parte de diversas entidades en adquirir TikTok. La startup de inteligencia artificial Perplexity AI presentó una propuesta para crear una nueva entidad fusionada con el negocio estadounidense de TikTok, aunque sin solicitar adquirir el algoritmo de ByteDance que ha contribuido a su éxito. Otros inversores, entre ellos figuras reconocidas como Kevin O’Leary y el exsecretario del Tesoro Steven Mnuchin, también han expresado interés en la adquisición.
Aunque la administración de Trump ha destacado su compromiso de encontrar una solución para mantener operativa la plataforma, el futuro de TikTok en Estados Unidos sigue siendo incierto. El CEO de TikTok, Shou Chew, ha agradecido públicamente a Trump por su disposición a colaborar, mientras que diplomáticas discusiones con el presidente chino Xi Jinping abren la puerta a una posible solución conjunta.
La situación ha puesto en relieve la compleja relación entre tecnología, política y seguridad nacional, subrayando el impacto de estas decisiones en el vasto mercado de aplicaciones móviles y en la vida cotidiana de millones de usuarios. Como las negociaciones continúan, los observadores permanecen atentos al desarrollo de esta saga internacional que podría redefinir el panorama digital global.