En una demostración de habilidad y determinación, Cardenales de Lara logró empatar la serie final de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) 2-2 frente a los Bravos de Margarita. El encuentro, que tuvo lugar el jueves por la noche en el Estadio Nueva Esparta, culminó con una contundente victoria de 8-2 para los «pájaros rojos».
El encargado de guiar al equipo hacia el triunfo fue el diestro Anderson Espinoza. El caraqueño, de 26 años, realizó una de las aperturas más significativas de su carrera, igualando su salida más extensa en la LVBP. A pesar de haber enfrentado lesiones que lo apartaron de hasta cuatro temporadas, Espinoza se lució sobre el montículo al transitar seis entradas, permitiendo solo dos carreras, una de ellas sin ser limpia, asegurando así la victoria para los Cardenales.
«Jugar en Venezuela tiene un alto valor sentimental para mí«, expresó Espinoza. «Estaban presenciando este juego muchos familiares en el estadio: mis padres, hermanos e hija. Lanzar acá no tiene comparación», añadió el lanzador, cuyas declaraciones fueron recogidas por la LVBP. Actualmente fichado por los Búfalos de Orix en Japón, Espinoza vive su última campaña en la liga venezolana y busca obtener el título que se les escapó la temporada pasada frente a los Tiburones de La Guaira.
El partido también fue escenario de un destacado momento para Eduardo García, quien a sus 21 años se convirtió en el más joven en conectar un jonrón en finales con el equipo crepuscular. Su batazo en el quinto inning, frente a Osmer Morales, otorgó una ventaja crucial que los Bravos de Margarita no lograron revertir.
Este viernes, Cardenales y Bravos se verán las caras nuevamente en el Estadio Nueva Esparta, continuando una serie final que promete mantener a los aficionados al borde de sus asientos.
