Chile no anticipa un aumento en el flujo migratorio de venezolanos, ni planea modificar su actual política migratoria a raíz de situaciones políticas en la región. Así lo confirmó Eduardo Thayer, jefe del Servicio de Migraciones chileno, en una entrevista con EFE, al referirse a la investidura de Nicolás Maduro y Donald Trump.
Integración y Control Fronterizo
Thayer enfatizó la necesidad de integrar a los migrantes ya presentes en Chile y resolver las problemáticas de integración y regularización. Desde su oficina en Santiago, destacó que es «prematuro» hablar de una nueva ola migratoria, pero remarcó que el gobierno continuará reforzando el control fronterizo para reducir el ingreso irregular.
El Servicio de Migraciones estima que los ingresos irregulares disminuyeron un 37% en 2024 respecto al año anterior, y un 48% comparado con 2022. Estos datos subrayan la importancia de manejar la situación irregular de los migrantes, que afecta la seguridad, integración y convivencia.
El gobierno chileno examina la posibilidad de un proceso de regularización para cerca de 180,000 personas que se registraron voluntariamente en 2023 y tienen vínculos laborales o familiares en el país. Este proceso se distinguiría de otros anteriores por requerir más criterios específicos.
Thayer también destacó un acuerdo histórico con Bolivia, firmado en diciembre, que facilita el retorno de migrantes. Este acuerdo ha sido un avance significativo en la colaboración migratoria en la región.
La administración de Gabriel Boric ha impulsado leyes para ampliar el marco sancionador por delitos relacionados con la migración, y se espera que el Parlamento chileno apruebe estos proyectos a principios de 2025. Estas medidas buscan prevenir conflictos entre nacionales y extranjeros y proveer herramientas a los gobiernos locales para gestionarlos.
La inmigración sigue siendo una preocupación prioritaria para los ciudadanos chilenos. Aunque se trabaja para reducir la migración irregular, existen resistencias en la sociedad. El proyecto de ley propuesto busca responder a estas inquietudes, equilibrando seguridad y derechos humanos.
La administración de Eduardo Thayer, marcada por una política migratoria activa y comprometida, continuará enfocándose en la integración y el control fronterizo, siguiendo las pautas establecidas por el actual gobierno.
EFE