China ha desestimado este lunes la teoría de que la pandemia de COVID-19 se originó a partir de una fuga en un laboratorio. Esta declaración se produce en respuesta a las afirmaciones de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), que considera esta hipótesis como la más probable.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, afirmó que el equipo conjunto de expertos de China y la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que es extremadamente improbable que el virus se haya filtrado de un laboratorio. Esta conclusión se basa en visitas realizadas a los laboratorios de Wuhan, y ha sido reconocida ampliamente por la comunidad internacional y científica.
Por otro lado, la CIA, la principal agencia de inteligencia de Estados Unidos, ha manifestado que, según sus estimaciones, un origen vinculado a la investigación en un laboratorio es «más probable» que un origen por transmisión animal. Esta declaración se presentó tras la confirmación de John Ratcliffe como director de la CIA durante el segundo mandato del expresidente estadounidense Donald Trump.
Un portavoz de la CIA declaró que la agencia estima, con un bajo grado de confianza, que el vínculo de la pandemia con una investigación es más probable que un origen natural. En respuesta, Mao Ning instó a Estados Unidos a dejar de politizar el tema de los orígenes de la pandemia y de culpar a otros países. Además, exhortó a las autoridades estadounidenses a responder a las preocupaciones legítimas de la comunidad internacional y a compartir datos de manera proactiva con la OMS sobre sus primeros casos sospechosos.
Este intercambio de declaraciones subraya la tensión internacional en torno a los orígenes del COVID-19, un tema de crucial importancia que continúa siendo objeto de debate y requiere mayor colaboración y transparencia entre las naciones y las organizaciones internacionales de salud.
AFP