En una acción que ha capturado la atención internacional, el recién asumido presidente Donald Trump ha iniciado una disputa arancelaria con Colombia, un país tradicionalmente aliado de Estados Unidos en Sudamérica. Esta controversia surgió tras la negativa del gobierno colombiano a permitir el aterrizaje de dos vuelos estadounidenses que transportaban migrantes deportados, argumentando que eran aviones militares y no civiles.
El presidente Trump respondió rápidamente a la negativa colombiana declarando: «No permitiremos que el gobierno colombiano viole sus obligaciones legales con respecto a la aceptación y el regreso de los criminales que forzaron a entrar en Estados Unidos.» Además, anunció la imposición de un arancel del 25% a productos colombianos y mencionó la posibilidad de prohibiciones de viaje y la revocación inmediata de visas a funcionarios del gobierno colombiano y sus aliados.
A pesar de las fuertes tensiones, el gobierno de Gustavo Petro anunció a últimas horas del domingo que había superado el «impasse» con la Casa Blanca y aceptaría recibir a los migrantes deportados. Esta resolución llega después de que Petro criticara públicamente las medidas de Trump en redes sociales.
Durante la primera semana de su mandato, Trump ha demostrado que la política migratoria es una prioridad más urgente que las reformas comerciales. En este contexto, ha utilizado los aranceles como una herramienta para castigar a países que no apoyan las políticas migratorias de su administración. Este incidente es percibido como una advertencia para otros países: la falta de cooperación con Estados Unidos podría resultar en severas consecuencias.
El incidente ha planteado desafíos significativos para la cooperación internacional en temas migratorios. A pesar de la resolución del conflicto, funcionarios entrantes de la administración de Trump han enfatizado que trabajarán junto a otros países para detener los flujos migratorios hacia Estados Unidos, considerado un «imperativo global de la política exterior estadounidense» por el candidato a subsecretario de Estado, Christopher Landau.
El pasaje por el Tapón del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, sigue siendo una de las rutas más peligrosas para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, enfrentando a menudo amenazas de grupos criminales. Este acuerdo podría tener implicaciones importantes para el flujo migratorio en esa región.
En resumen, el desencuentro inicial entre Trump y Petro refleja las complejidades de la política migratoria actual y subraya la determinación de la administración Trump de garantizar que su enfoque hacia la inmigración sea respetado a nivel internacional. El incidente destaca la importancia de la cooperación entre naciones en un mundo cada vez más interconectado, donde las acciones de un país pueden tener resonancias globales.
BBC News
