Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de 2020, ha instado al Consejo Nacional Electoral (CNE) a poner en práctica la Ley Simón Bolívar en los próximos comicios legislativos, regionales y municipales programados para el 27 de abril. Rodríguez argumenta que un sector de la oposición está utilizando los procesos electorales como una forma de conspiración.
Rodríguez declaró que aquellos que han incitado a la violencia y a actividades ilegales no deberían poder presentarse como candidatos en las elecciones. Acusó a ciertos alcaldes fronterizos de introducir mercenarios y paramilitares desde Colombia. «No les vamos a perdonar nada», enfatizó.
Expresó su confianza en que la aplicación estricta de las leyes electorales conducirá a elecciones pacíficas y que esto evitará las habituales acusaciones de fraude por parte de quienes pierden. Según él, «solo reconocen las elecciones que ganan».
Además, Rodríguez ha solicitado al CNE, liderado por el chavista Elvis Amoroso, que obligue a los partidos políticos a reconocer los resultados de las elecciones. «Uno de los requisitos es el reconocimiento previo y firmado ante el CNE del resultado electoral, cualquiera que sea», afirmó, apoyando la propuesta de Nicolás Maduro de que, independientemente de los resultados, el Partido Socialista Unido de Venezuela y el Gran Polo Patriótico reconocerán todos los resultados.
Estas declaraciones contrastan con la negativa del chavismo a demostrar que Nicolás Maduro ganó en las elecciones presidenciales del 28 de julio, en medio de denuncias de irregularidades. A pesar de que el ente electoral afirmó que el madurismo obtuvo la mayoría de los votos, la oposición presentó evidencias que sugerían lo contrario.
A través de un portal web, la Plataforma Unitaria mostró que Edmundo González Urrutia triunfó en las elecciones, respaldado por más del 80% de las actas y el apoyo de funcionarios del Plan República, evidenciando que su candidato superó al madurismo con más de 7 millones de votos.
Pese a estas tensiones, el madurismo mantiene su compromiso de garantizar la imparcialidad, igualdad y transparencia en el proceso electoral, aunque el CNE ha impedido auditorías postelectorales necesarias para asegurar dicha transparencia.
Rodríguez finalizó sus declaraciones alentando a sus seguidores a movilizarse y buscar votos para asegurar el triunfo de la revolución bolivariana. Enfatizó la diferencia entre el diálogo y el crimen, subrayando la importancia de proteger la paz y los resultados electorales frente a lo que considera amenazas a la democracia.
Esta situación se desarrolla en un contexto de tensión política en Venezuela, con la Asamblea Nacional de 2020 asumiendo un rol protagónico en la defensa del régimen actual.
