En un suceso que ha sacudido tanto a la industria musical como al ámbito legal, el cantante colombiano Nelson Velásquez se ve implicado en un evento de magnitudes significativas. La llamada «narcofiesta», celebrada en una finca a 37 kilómetros de Guayaquil, Ecuador, habría tenido un costo superior a los 500.000 dólares y culminó de manera abrupta con un operativo de la Dirección Nacional de Antinarcóticos.
El evento, organizado en honor al narcotraficante Celso Moreira, alias «El Patucho», logró reunir a diversas figuras del crimen organizado, quienes huyeron del lugar al registrarse un enfrentamiento armado. Moreira, buscado por cargos que incluyen robo, asesinato y tráfico de drogas, fue el objetivo principal de la policía. En el operativo se capturaron miembros de bandas delictivas como Los Choneros, Los Fatales y Las Águilas. Se incautaron 200.000 dólares en efectivo y un arsenal que incluía pistolas, cartuchos de armamento, radios de comunicación y fusiles.
Nelson Velásquez, conocido por éxitos como «Nunca niegues que te amo» y «Quiero saber de ti», ya enfrentaba problemas legales. Recientemente, la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín ratificó su condena a cuatro años de prisión. Esto tras ser demandado por los directivos de Los inquietos del vallenato, grupo musical con el que Velásquez tuvo conflictos desde su salida en 2004.
En la polémica fiesta también se mencionó la presencia de Jacobo Bucaram, hijo del expresidente de Ecuador Abdalá Bucaram. A pesar de las declaraciones de su padre asegurando que su hijo asistió sin conocimiento de la naturaleza del evento, Jacobo Bucaram enfrenta cargos y fue puesto bajo arresto domiciliario mientras continúan las investigaciones.
El evento también tenía previsto contar con la actuación del cantante puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, pero se aclaró posteriormente que se trató de un imitador, Luis Adolfo Lecuna, quien confirmó su actuación en la fiesta allanada.
Esta situación sigue generando reacciones en Ecuador, no solo por sus implicaciones legales sino por el entrecruzamiento de figuras del espectáculo con el crimen organizado, mientras las autoridades continúan sus investigaciones.
Infobae