Un incendio devastador en la discoteca “Pulse”, ubicada en la ciudad de Kocani, Macedonia del Norte, ha dejado un saldo trágico de 59 muertos y más de 150 heridos. Las primeras investigaciones revelan una serie de fallas críticas en las medidas de seguridad del establecimiento, exacerbando la magnitud de la tragedia.
La Fiscalía General ha determinado que la discoteca operaba sin cumplir con las normas básicas de seguridad contra incendios. En particular, carecía de un sistema de bocas de incendio y de hidrantes, elementos esenciales para cualquier espacio con gran afluencia de personas. El fiscal general Ljupcho Kocevski indicó que el local albergaba aproximadamente 1.500 personas—el doble de su capacidad—y contaba únicamente con dos extintores.
Un dato alarmante es que la única salida de emergencia estaba cerrada con un candado, lo que impidió una evacuación rápida y segura. Además, la puerta principal también estaba bloqueada, contribuyendo al pánico generalizado dentro del establecimiento. Testimonios de sobrevivientes describen cómo el humo se propagó rápidamente, asfixiando a muchas víctimas y forzando a otras a cruzar por áreas en llamas.
El uso de materiales altamente inflamables para insonorización, combinado con dispositivos pirotécnicos usados durante un concierto, originaron el incendio, según informes de la Fiscalía. La investigación se ha ampliado para incluir la posible falsificación de la licencia de funcionamiento del club nocturno.
El ministro del Interior, Pance Toskovski, ha confirmado que más de 20 personas están bajo investigación, y 15 de ellas han sido detenidas. Entre los detenidos se encuentran varios funcionarios públicos vinculados con la emisión de licencias para la discoteca.
En respuesta a esta tragedia, el Gobierno de Macedonia del Norte ha declarado siete días de luto nacional, además de ordenar inspecciones exhaustivas en todos los locales nocturnos del país para evitar incidentes similares en el futuro.
Mientras tanto, la situación en los hospitales ha alcanzado un nivel crítico. Muchos heridos han sido trasladados a centros de salud en Skopie, la capital del país, debido a la escasez de recursos en Kocani. Al menos 44 pacientes han sido enviados a hospitales en el extranjero, en países como Serbia, Bulgaria, Turquía, Grecia, Croacia, Rumanía, Hungría y Austria, por la falta de camas en las unidades de quemados.
EFE
