Nicolás Maduro ha ordenado intensificar acciones diplomáticas para facilitar el regreso de los migrantes venezolanos detenidos en Estados Unidos. Durante una conferencia de prensa, Maduro afirmó haber instruido a los miembros de su administración para aumentar los vuelos de retorno de aquellos migrantes que se encuentran bajo custodia estadounidense.
El líder venezolano precisó que este jueves, a las 10:00 hora local, un vuelo especial traerá de regreso a 306 personas «que vienen vía aeropuerto de México». Esta acción se da en un momento tenso, luego de que Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, advirtiera sobre posibles nuevas sanciones contra Venezuela si no se facilitaban las deportaciones de sus ciudadanos.
El Departamento de Estado de EE. UU. ha señalado que impondrá «sanciones nuevas, severas y progresivas» a Venezuela si no acepta la llegada de más aviones con ciudadanos deportados. Este aviso surge tras críticas del gobierno venezolano a la reciente transferencia de más de 200 venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, sin un juicio previo y bajo acusaciones de pertenecer al Tren de Aragua, un grupo criminal.
Maduro ha calificado esta acción como un «secuestro» y una «violación» a los derechos humanos, instando al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, a no ser cómplice de estas acciones que tildó de «crueldad» hacia los migrantes, quienes, según él, son «jóvenes trabajadores».
Desde Washington, se sostiene que los venezolanos deportados bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, utilizada previamente por la administración Trump, tienen vínculos con el Tren de Aragua, considerado un grupo terrorista. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, aseguró en conferencia de prensa que esta banda está «estrechamente asociada» y «alineada con el régimen de Maduro», reafirmando las afirmaciones previas de la Casa Blanca sobre la relación entre el grupo y el gobierno chavista.
El desarrollo de estas tensiones sigue bajo un escrutinio internacional, con consecuencias que podrían impactar la política migratoria y las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela.
Espiga Noticias