El gobierno chavista ha iniciado la distribución del bono Fuerza y Unión el miércoles, a través del sistema Patria. Este «beneficio económico» consiste en un aporte de 320 bolívares, cifra que resulta modesta frente a los elevados costos de productos y servicios en el país.
Según la tasa de cambio oficial proporcionada por el Banco Central de Venezuela, este monto equivale aproximadamente a 4,63 dólares. Por su parte, en el mercado paralelo, el dólar estadounidense ha superado los 100 bolívares durante este periodo, evidenciando una destacada brecha cambiaria.
La entrega del bono se efectúa de manera directa y gradual, conforme a la información oficial. Los beneficiarios son notificados mediante un mensaje de texto del número 3532 o a través de la aplicación veMonedero, con el mensaje: «Con una sola fuerza y un solo objetivo, el pueblo venezolano construye el desarrollo y la recuperación de la patria».
A pesar de que las autoridades describen el pago del bono Fuerza y Unión como un esfuerzo para apoyar a la población venezolana, este resulta insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia en el país. En febrero, el costo de la Canasta Alimentaria Familiar alcanzó los 487,12 dólares, destacando que estos aportes económicos se encuentran lejos de cubrir los gastos esenciales de los venezolanos.
Además, el salario mínimo mensual en Venezuela es de aproximadamente 2 dólares, lo que representa un 0,5% del costo de la canasta. Esta disparidad subraya las dificultades que los ciudadanos enfrentan para acceder a productos esenciales, especialmente los adultos mayores.
El precio del dólar en el mercado paralelo sobrepasó el miércoles la barrera de los 100 bolívares, alcanzando 102,92 bolívares por dólar. Este aumento significativo respecto a semanas previas refleja la continua depreciación del bolívar.
En apenas una semana, el dólar paralelo experimentó un alza de 15,27 bolívares (17,4%), ya que el 19 de marzo se encontraba en 87,65 bolívares. Comparado con el inicio de marzo, donde cotizaba a 77,77 bolívares, el incremento es de 25,15 bolívares (32,3%).
Este ascenso es aún más notorio si retrocedemos a principios de año. El 2 de enero, el dólar en este mercado se valoraba en 66,29 bolívares, indicando un aumento de 36,63 bolívares, equivalente a un 55,3% más en casi tres meses.
Mientras tanto, el dólar establecido por el Banco Central de Venezuela se mantiene este 26 de marzo en 68,69 bolívares, lo que significa que la cotización paralela es 49,9% superior a la tasa oficial, ampliando la diferencia entre ambas.
Ante esta disparidad, muchos comercios y ciudadanos optan por aplicar una tasa promedio, que este miércoles se ubica en aproximadamente 85 bolívares. Este método busca mitigar el impacto de la inestabilidad cambiaria y evitar que las fluctuaciones del dólar paralelo afecten de manera drástica los precios y transacciones diarias.
Espiga Noticias