El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha denunciado en Jamaica el presunto trabajo forzado de los médicos cubanos, calificando estas misiones como una «práctica atroz». Durante una conferencia de prensa celebrada junto al primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, Rubio expresó su preocupación por la manera en que el régimen cubano explota a los integrantes de las brigadas médicas que envía al extranjero.
«Es una práctica atroz,» afirmó Rubio, señalando que «en muchas otras partes del mundo, a los médicos cubanos no se les paga directamente. El pago va al gobierno cubano. Les quitan los pasaportes y, básicamente, operan como trabajo forzado en muchos lugares». Estas declaraciones subrayan las críticas de larga data hacia el sistema implementado por Cuba para el despliegue de sus profesionales de la salud en el extranjero.
Rubio también indicó que, debido a la relación especial entre Estados Unidos y Jamaica, su gobierno está dispuesto a dialogar con las autoridades jamaicanas para comprender mejor el tema y su aplicación en la isla caribeña. «Quizás nada de esto se aplique a la forma en que se maneja aquí», añadió, abriendo la puerta a un entendimiento más profundo.
Por su parte, el primer ministro Andrew Holness aseguró que su gobierno toma todas las medidas necesarias para garantizar que los médicos cubanos reciban un trato justo y conforme a las leyes laborales jamaicanas. «Nos aseguramos de que nuestro programa cumpla con todas las leyes y estándares internacionales», enfatizó Holness.
Esta no es la primera vez que Marco Rubio ha criticado frontalmente las llamadas misiones médicas cubanas. En enero de 2024, a través de la red social X, Rubio expresó su postura indicando que las brigadas médicas del régimen de Castro/Díaz-Canel constituyen trabajo forzoso y acusó al gobierno cubano de enriquecerse a expensas de los profesionales de la salud.
Antes de iniciar su gira por el Caribe, que incluye visitas a Guyana, Surinam, Trinidad y Tobago, Barbados y Haití, Mauricio Claver-Carone, enviado especial del Departamento de Estado para Latinoamérica, señaló que Estados Unidos espera que los gobiernos de la región no apoyen la trata de personas relacionada con estos programas.
El debate sobre las brigadas médicas cubanas también ha cobrado relevancia en el Congreso de los Estados Unidos. A finales de enero, el congresista Mark Green y Eric Patterson, director general de Victims of Communism Memorial Foundation, instaron al gobierno estadounidense a liderar la lucha contra lo que describen como un sistema de esclavitud moderna. En un artículo en The Hill, argumentaron que estos programas, bajo la apariencia de ayuda humanitaria, benefician principalmente al régimen cubano.
La envergadura y continuidades de estas denuncias sobre las brigadas médicas cubanas plantean un desafío a la comunidad internacional para que evalúe y actúe conforme a los principios de derechos humanos y trato justo hacia los profesionales de la salud.
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