Las autoridades colombianas han encontrado el cadáver del soldado profesional Julio César Vásquez en el municipio de Jamundí, Valle del Cauca. El militar había sido secuestrado por integrantes del grupo armado Jaime Martínez, una disidencia de las FARC, el pasado 7 de abril en una zona rural de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca.
Un comunicado del Ejército Nacional informó que el cuerpo del soldado fue hallado sin vida en el corregimiento de Potrerito, en Jamundí, Valle del Cauca. El hallazgo se efectuó durante una operación conjunta entre el Ejército, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
Las autoridades judiciales ya han iniciado las investigaciones para esclarecer los hechos, identificar a los responsables del crimen y proceder con su captura. «El Ejército Nacional condena categóricamente este acto atroz, que constituye una grave violación de los derechos humanos. Esta acción criminal enluta a la institución y representa un ataque directo contra la integridad de quienes trabajan por la seguridad del país», expresó la institución en el comunicado oficial.
Vásquez, en el momento de su secuestro, participaba en calidad de estudiante dentro del Programa de Retiro Asistido de la Institución.
El hecho es atribuido al grupo armado Jaime Martínez, parte del Estado Mayor Central, la principal disidencia de las FARC que opera en la región suroccidental de Colombia. Tanto el Cauca como el Valle del Cauca se mantienen como epicentros de violencia armada, con la presencia de disidencias de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional y grupos narcotraficantes, lo que genera constantes alteraciones del orden público.
En un intento por recuperar el control territorial, el Ejército Nacional lanzó el pasado 12 de octubre la Operación Perseo, desplegando más de 1.000 soldados en la región de El Plateado, bastión del grupo armado Carlos Patiño. No obstante, más de seis meses después, las disidencias continúan manteniendo el control de la zona, desafiando la presencia del Estado.
EFE
