Un reciente informe ha revelado una crítica situación en Haití, donde se espera que más de la mitad de la población experimente hambre severa hasta junio. Además, se proyecta que alrededor de 8,400 personas que residen en refugios improvisados podrían sucumbir a la inanición. Este alarmante pronóstico se atribuye principalmente a la implacable violencia de las pandillas y a un colapso económico persistente, según un análisis de la Clasificación de Fase de Seguridad Alimentaria Integrada, una iniciativa de la ONU que monitorea la inseguridad alimentaria a nivel mundial.
El informe detalla un preocupante aumento en el número de personas que padecen hambre severa, aumentando en más de 300,000 desde el año pasado, alcanzando un total de aproximadamente 5.7 millones.
Casos como el de Jackie Jean-Jacques ilustran esta realidad. Tras perder su hogar a causa de la violencia de las pandillas, Jean-Jacques, junto con su esposa y sus tres hijos, ha vivido en un refugio improvisado desde hace más de un año. «Hay días en los que los niños tienen que vivir con agua azucarada y pan», declaró, reflejando el sufrimiento diario de muchas familias haitianas.
Jean-Jacques, de 52 años, anteriormente trabajaba como conductor de autobús, pero ahora no puede costear ni el alquiler del vehículo ni la gasolina, temiendo además enfrentarse a la violencia de las pandillas.
La situación se ha agravado debido a la reducción de la ayuda internacional. La administración del entonces presidente estadounidense Donald Trump, decidió terminar con el 90% de los contratos de ayuda exterior de USAID a finales de febrero. Desde marzo de 2025, la financiación ya no está asegurada, lo que ha reducido significativamente la cantidad de alimentos y agua distribuida en los refugios.
Según el informe, entre agosto de 2024 y febrero de 2025, cerca de 977,000 haitianos recibieron ayuda alimentaria humanitaria mensualmente, aunque las raciones han sido reducidas a la mitad. «La asistencia que obtienes no es suficiente», afirmó Jean-Jacques.
UNICEF ha alertado que aproximadamente 2.85 millones de niños en Haití enfrentan inseguridad alimentaria consistentemente alta. La agencia, enfrentando un déficit de financiación del 70%, ha asistido a más de 4,600 niños con desnutrición aguda severa este año, una pequeña fracción de los cerca de 129,000 niños que requieren tratamiento urgente.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos de los Estados Unidos ha señalado la necesidad urgente de 53.7 millones de dólares para continuar sus operaciones en Haití durante los próximos seis meses. «En este momento, estamos luchando para mantener la línea sobre el hambre», expresó Wanja Kaaria, directora de país del PMA en Haití, en un comunicado reciente.
La situación en Haití es un claro llamado a la comunidad internacional para intensificar los esfuerzos y mitigar esta crisis humanitaria que afecta a millones de personas, especialmente a los más vulnerables.
AP