Madison Rueckert, de 23 años, ha sido sentenciada a 35 años de prisión tras declararse culpable del asesinato de su novio, Jonathan Miller, de 24 años, en un caso que ha conmocionado a la comunidad de Marshfield. La tragedia ocurrió la noche del 31 de diciembre de 2022 cuando Rueckert disparó a Miller mientras dormía, después de encontrar mensajes de otras mujeres en su teléfono celular, según informaron registros judiciales citados por PEOPLE.
Inicialmente, Rueckert enfrentó cargos de asesinato en primer grado y acción criminal armada. No obstante, en 2024, accedió a un acuerdo con los fiscales para declararse culpable de asesinato en segundo grado. Este acuerdo resultó en una condena de 25 años por asesinato y 10 años por acción criminal armada, penas que deberá cumplir de manera consecutiva, de acuerdo con información de Ozarks First.
La madre del fallecido, Amy Kopp, expresó su incredulidad ante los detalles del asesinato. En declaraciones recogidas por KY3, Kopp afirmó que su hijo «ni siquiera le había sido infiel» a Rueckert y consideró improbable que los mensajes encontrados en el teléfono de Miller fueran de contenido sexual. Kopp enfatizó que su familia tenía una buena impresión de Rueckert, calificándola como «una buena chica».
Jonathan Miller y Madison Rueckert mantenían una relación desde mayo de 2022. Según relatos de la madre de la víctima, Miller había asumido un rol significativo en la vida del hijo de Rueckert, lo que amplificó el impacto emocional de su trágica muerte. La noche del homicidio, Rueckert, perturbada por los mensajes, optó por esperar a que su pareja estuviera dormida para atacarlo. Tras el disparo, huyó y pasó la noche en el bosque antes de entregarse a la policía, acto que las autoridades consideraron en el proceso judicial.
La condena, emitida el 25 de abril de 2025, concluye un proceso judicial de más de dos años. La sentencia de Rueckert, como resultado del acuerdo de culpabilidad, no le permite cumplir las penas de forma simultánea, lo que implica que deberá cumplir 25 años de prisión por el asesinato, seguidos de 10 años adicionales por el segundo cargo. Este caso, seguido de cerca por medios locales, ha dejado una profunda marca en la comunidad, mientras la familia de Miller continúa enfrentando la irreparable pérdida.
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