Amnistía Internacional ha emitido un comunicado en el que exige la libertad inmediata e incondicional de los líderes de oposición y presos de conciencia, José Daniel Ferrer García y Félix Navarro. La organización humanitaria también pide la liberación de otros presos políticos en Cuba, incluyendo a Loreto Hernández, Roberto Pérez Fonseca, Saylí Navarro, Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo, así como a «todas las personas injustamente encarceladas solo por ejercer sus derechos humanos».
En el comunicado, Amnistía Internacional destaca las irregularidades en el proceso de excarcelación de Ferrer y Navarro, quienes, según la organización, han sido víctimas de detenciones arbitrarias, amenazas y acoso debido a su activismo político y denuncias de violaciones de derechos humanos. Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, afirmó que «José Daniel y Félix otra vez están en la cárcel de manera injusta y arbitraria», y criticó el uso de la libertad condicional como un mecanismo de vigilancia y control político.
Piquer también señaló que las excarcelaciones han sido utilizadas como moneda de cambio en juegos geopolíticos, sacrificando los derechos y anhelos de los detenidos y sus familias sin garantías de justicia o reparación.
El pasado 5 de mayo, un grupo de 43 organizaciones, incluyendo partidos, sindicatos y ONG, demandaron la liberación inmediata de Ferrer y Navarro. Las organizaciones firmantes, entre las que se encuentran Prisoners Defenders, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y la Red Femenina de Cuba, instaron a una presión internacional coordinada para poner fin a la represión.
Ferrer y Navarro, conocidos por su activismo prodemocrático, fueron excarcelados en enero pasado, en el marco de un acuerdo entre La Habana y Washington, mediado por el Vaticano. Sin embargo, el Tribunal Supremo Popular revocó sus liberaciones, argumentando incumplimientos legales durante el período de prueba.
El tribunal señaló que Navarro fue detenido por salir de su municipio sin autorización, mientras que Ferrer no se presentó ante el juez en dos ocasiones. Ambos son acusados de hacer llamados al desorden y mantener vínculos con la Embajada de los Estados Unidos en Cuba.
Este contexto de detenciones se enmarca en una intensificación del autoritarismo por parte del régimen cubano, según las organizaciones firmantes, lo que ha generado una creciente preocupación internacional respecto a la situación de los derechos humanos en la isla.
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