En la prisión de La Pendiente, situada en Santa Clara, Miguel Alfonso Jiménez, un preso político de 51 años, ha permanecido en huelga de hambre durante más de 20 días. Según denuncias de la organización Cubalex, Jiménez inició esta huelga en protesta por la severidad de su condena.
Cubalex ha subrayado que la salud de Jiménez «se deteriora rápidamente y su vida corre un grave riesgo». Asimismo, se destaca que las autoridades del penal no han proporcionado información oficial sobre su estado ni han asegurado su derecho a recibir atención médica adecuada, lo cual «vulnera su derecho a la vida y la integridad física», contraviniendo los estándares internacionales sobre el trato a personas privadas de libertad.
La situación en la prisión La Pendiente es alarmante. La activista Anamely Ramos, mediante sus redes sociales, ha informado que varios destacamentos del penal han sido cerrados debido a casos de desnutrición y anemia entre los reclusos. Además, en el Destacamento 4, los presos llevaron a cabo una protesta pacífica cuando las autoridades intentaron suspender las visitas.
Miguel Alfonso Jiménez fue arrestado el 26 de mayo de 2024 en el pueblo de Calabazal de Sagua, municipio de Encrucijada, en Villa Clara, durante un apagón. Se le acusó de lanzar piedras contra la fachada de una tienda estatal de la red Isla de Cuba. Por estos actos, fue imputado por los delitos de sabotaje y atentado.
Según la denuncia de Cubalex, a pesar de tratarse de un ciudadano civil, Miguel Alfonso fue juzgado por un tribunal militar, que le impuso una sanción de 12 años de prisión y una prohibición de salida del país por el mismo período, lo que se considera una penalización desproporcionada.
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