El primer ministro de Aruba, Mike Eman, ha anunciado la extensión del cierre de la frontera aérea con Venezuela por un período adicional de cuatro meses, a pesar de que Curazao ha reabierto sus conexiones aéreas con el país sudamericano. Según Eman, esta medida responde a preocupaciones expresadas por el Reino de los Países Bajos y está influenciada por las tensiones globales actuales, en particular el conflicto entre Ucrania y Rusia, que ha generado un ambiente internacional más inestable.
Eman subrayó que la decisión no puede ser tomada de forma unilateral por Aruba: “Esta no es una decisión que Aruba pueda tomar de forma independiente. Debemos tener en cuenta la postura del gobierno neerlandés, especialmente en el contexto de las relaciones internacionales”, señaló.
Las negociaciones con el gobierno neerlandés están en curso para determinar el momento adecuado para reabrir la frontera aérea. Aunque la frontera marítima ya está operativa, un requisito clave para retomar los vuelos es que la embajada neerlandesa en Venezuela esté completamente preparada para procesar solicitudes de visa, objetivo que aún no se ha alcanzado, según indicó Eman. “La embajada en Caracas no está lista, y la situación global sigue siendo incierta”, enfatizó.
A pesar de que Curazao ha reanudado vuelos, Eman destacó que Aruba históricamente ha recibido un mayor número de viajeros desde Venezuela en comparación con Curazao, lo cual implica que la reapertura implicaría un proceso de preparación más detallado. “Desde el punto de vista operativo, todo debe estar en orden en la embajada antes de que podamos avanzar”, concluyó el primer ministro.
