La presión internacional sobre Venezuela sigue aumentando conforme a nuevas adhesiones a la Declaración de Santo Domingo. Australia, Ucrania, Kosovo, Nueva Zelanda, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte y Georgia han unido sus voces a este pronunciamiento, exigiendo mayor transparencia y claridad en los resultados de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 28 de julio.
La Declaración de Santo Domingo, realizada el 16 de agosto, que ya contaba con el respaldo de 22 naciones y la Unión Europea, ha visto un refuerzo significativo con la inclusión de estos nuevos países. La declaración subraya la necesidad de una revisión exhaustiva y transparente de los resultados electorales para asegurar la legitimidad del proceso y la confianza en el sistema democrático venezolano.
Los países que recientemente se han sumado a la declaración han manifestado su preocupación por la falta de claridad en los resultados de los comicios. A través de esta declaración, se busca implementar medidas que garanticen la integridad y la transparencia en la presentación y auditoría de los resultados electorales.
Este aumento en la presión internacional podría tener implicaciones significativas para Venezuela, no solo en términos de relaciones diplomáticas, sino también en su posición dentro de la comunidad internacional. La creciente coalición de países que apoyan la Declaración de Santo Domingo refleja una preocupación global por la situación política en Venezuela y un llamado a la rendición de cuentas.