El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha confirmado la presencia de militares «activos» entre los colombianos detenidos en México tras una explosión que resultó en la muerte de seis miembros de las fuerzas armadas mexicanas. Este incidente se produjo el pasado viernes en el estado de Michoacán, cuando el Ejército mexicano arrestó a 17 personas. Según información de la Cancillería colombiana, 11 de ellos eran ciudadanos colombianos.
La explosión, que cobró la vida de seis efectivos de la militarizada Guardia Nacional, se atribuye a un artefacto explosivo, y las autoridades mexicanas han vinculado a los detenidos con el cártel de Los Reyes, que se disputa el control de Michoacán con el poderoso cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En una alocución televisada el martes, el presidente Petro declaró: «La mayoría son exmilitares colombianos y hay unos activos». Añadió con preocupación: «Estamos exportando mercenarios a la mafia».
Este fenómeno de mercenarios colombianos no es nuevo. Durante años, militares retirados han participado en conflictos en países como Ucrania, Sudán, Afganistán, Yemen e Irak. Ante esta situación, el gobierno de Petro está promoviendo un proyecto de ley para prohibir la participación de uniformados colombianos en conflictos armados en el extranjero.
En 2023, mercenarios colombianos estuvieron involucrados en el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio. Anteriormente, en 2021, exmilitares colombianos participaron en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse.
La Cancillería de Colombia ha expresado sus «condolencias a las familias de los uniformados» mexicanos fallecidos en el ataque y ha urgido a «fortalecer las relaciones de cooperación judicial e investigativa» entre Colombia y México. Este esfuerzo busca afrontar los «fenómenos delictivos que han extendido sus redes entre Colombia y México».
NTN24