En recientes declaraciones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido que el comportamiento de Elon Musk en los últimos días podría estar relacionado con el consumo de drogas. Esta afirmación fue reportada por el diario The New York Times, que cita fuentes cercanas a las conversaciones privadas del mandatario.
De acuerdo con el periódico, Trump ha compartido su opinión con sus colaboradores en privado, señalando el consumo de sustancias como un factor que podría estar afectando al magnate. La tensión entre ambos se incrementó después de que Musk tildara de «abominación» el plan fiscal del gobierno.
En un encuentro con periodistas a bordo del Air Force One, Trump evitó comentar directamente sobre el supuesto uso de drogas por parte de Musk, quien recientemente dirigía el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Sin embargo, el presidente confirmó que revisarán los contratos que las empresas de Musk mantienen con el gobierno federal debido a los considerables subsidios involucrados. «Vamos a revisar todo… es mucho dinero. Es un subsidio considerable», declaró.
El The New York Times también reportó que, durante la campaña, Musk habría consumido ketamina, lo que le habría causado problemas de vejiga. Además, se menciona el supuesto consumo de éxtasis y hongos alucinógenos por parte de Musk, acusaciones que él mismo ha rechazado.
El presidente enfatizó que su atención está centrada en temas internacionales, como las relaciones con China, Irán, y el conflicto entre Israel y Hamas. No obstante, no dejó pasar la oportunidad para criticar a Musk, refiriéndose a él como «loco», a pesar de haberlo calificado previamente como «genio».
Musk, en respuesta, acusó a Trump de «ingratitud», recordando su apoyo financiero de casi 300 millones de dólares a la campaña del presidente. Además, Musk ha insinuado sin pruebas que el nombre de Trump aparece en el expediente de Jeffrey Epstein, lo que ha generado más controversia.
La disputa entre ambos magnates ha capturado la atención pública, sobre todo tras las amenazas de Musk de «desmantelar su nave espacial Dragon», un movimiento que afectaría significativamente las operaciones de la NASA.
Este enfrentamiento subraya la creciente tensión entre dos de las figuras más influyentes y controvertidas del panorama político y empresarial estadounidense.
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