El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) experimentó un abrupto incremento del 7,26 %, alcanzando los 72,98 dólares por barril, debido al aumento de la tensión geopolítica en Oriente Medio. Este aumento se produjo tras una serie de ataques aéreos entre Israel e Irán, que han suscitado preocupaciones sobre la estabilidad del suministro energético global.
Los contratos de futuros del WTI para entrega en julio mostraron un crecimiento de 4,94 dólares respecto al cierre anterior. Este incremento fue impulsado por el temor a que la escalada de los conflictos pueda llevar a una interrupción significativa del flujo de crudo en la región, especialmente a través del estratégico Estrecho de Ormuz.
La Guardia Revolucionaria iraní confirmó este viernes el lanzamiento de una ofensiva con misiles contra «decenas de objetivos, centros militares y bases aéreas del régimen sionista» en represalia a los bombardeos israelíes. Entre los objetivos alcanzados se encuentran instalaciones claves, como las plantas nucleares de Isfahán y Natanz.
En el transcurso de estos ataques, se reportó la eliminación de altos mandos de la Guardia Revolucionaria de Irán, incluyendo al comandante en jefe, general Hossein Salamí, y al jefe de la Fuerza Aeroespacial, general Amir Ali Hajizadeh. Este incidente ha intensificado el temor de un conflicto regional prolongado con repercusiones directas en los mercados energéticos.
Desde Washington, el presidente Donald Trump confirmó que Israel utilizó «gran equipamiento estadounidense», destacando que esto podría facilitar la reactivación del acuerdo nuclear con Irán. Sin embargo, el secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que Estados Unidos no participó en los bombardeos, calificándolos como una «medida unilateral» por parte de Israel.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) declaró que está «monitoreando activamente» la evolución del conflicto y destacó la existencia de más de 1.200 millones de barriles en reservas estratégicas listos para su uso en caso de una emergencia de suministro.
Informe de ACNUR sobre Desplazamientos Forzados
Mientras tanto, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) publicó su informe anual sobre desplazamientos forzados, revelando que más de 18,1 millones de personas han sido desplazadas en el continente americano debido a la violencia, guerras y crisis humanitarias, representando un aumento del 6,3 % respecto al año anterior.
Venezuela se identifica como el principal país de origen de los desplazados en América, con 7,2 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares. Colombia, por su parte, alberga a 7,99 millones de personas desplazadas, situándose como el principal receptor de desplazados en el continente.
ACNUR ha llamado a la comunidad internacional a intensificar los esfuerzos para abordar esta emergencia humana. El organismo subrayó la necesidad de proporcionar apoyo financiero, técnico y político a los países receptores en América Latina, y enfatizó la importancia de implementar soluciones duraderas, como la regularización y protección legal para los desplazados.
En un contexto global, África Oriental lidera las cifras de desplazamiento interno con 24,4 millones, mientras que Oriente Medio, Magreb y Europa presentan cifras igualmente significativas debido a conflictos y crisis prolongadas.
EFE
