La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), encabezada por monseñor Jesús González de Zárate Salas, celebró con profunda gratitud la próxima canonización de José Gregorio Hernández Cisneros y la hermana Carmen Rendiles, quienes se convertirán en los primeros santos venezolanos. Esta canonización, aprobada por el Papa León XVI, representa un acontecimiento de gran relevancia espiritual para Venezuela y para los fieles devotos alrededor del mundo.
El arzobispo González de Zárate Salas destacó que estos santos son un símbolo de unidad, no solo para quienes nacieron en Venezuela sino también para los venezolanos residentes en el extranjero. «Son santos que reúnen, que buscan la posibilidad del encuentro y la reconciliación, tan necesarios para el bien común de Venezuela», expresó.
La canonización, programada para el 19 de octubre en la basílica de San Pedro, será oficiada por el Papa León XIV. En esta ceremonia también serán canonizados otros beatos, incluyendo figuras de distintas partes del mundo.
En cuanto a las celebraciones, se realizarán actos académicos y religiosos en Roma, con la participación de delegaciones venezolanas y devotos de ambos santos. En Venezuela, se ha planificado una serie de eventos a nivel nacional, conmemorando este logro espiritual en Caracas y otras ciudades. El presidente de la CEV subrayó la importancia de estas actividades como un himno de gratitud a Dios por el regalo de dos nuevos santos para el país.
José Gregorio Hernández, conocido como el «médico de los pobres», nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, Trujillo. Su dedicación a la atención médica gratuita y su trágica muerte en 1919 lo han convertido en una figura profundamente venerada. Su beatificación en 2021 reconoció un milagro atribuido a su intercesión: la curación de una niña herida de bala.
Por su parte, Carmen Rendiles, nacida en Caracas el 11 de agosto de 1903, se destacó por su vocación religiosa desde temprana edad. Fundadora de las Siervas de Jesús de Caracas, su camino hacia la canonización fue marcado por dos milagros reconocidos por el Vaticano. A pesar de nacer sin el brazo izquierdo, su dedicación al servicio religioso y al culto del Santísimo Sacramento la han consagrado como un ejemplo de fe y perseverancia.
La canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles simboliza un momento histórico para la Iglesia venezolana, uniendo a la comunidad en torno a la devoción y la esperanza.
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