El fuego cruzado entre Israel e Irán continúa intensificándose tras el reciente movimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien reconoció haber lanzado un ‘ultimátum’ a Teherán para apurar la firma de un nuevo acuerdo nuclear. Este desarrollo ha reavivado los temores de una guerra regional en Oriente Medio.
En respuesta al conflicto, Rusia ha llamado al liderazgo israelí a detener los bombardeos sobre instalaciones nucleares bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, destacó esta postura durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF).
Por su parte, el Reino Unido ha calificado la crisis en Oriente Medio como «profundamente preocupante». En una conversación telefónica, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de China, Xi Jinping, coincidieron en que los problemas en la región no se resolverán mediante el uso de la fuerza. El asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, comunicó que ambos líderes creen que la situación y los problemas relacionados con el programa nuclear iraní carecen de una solución militar.
Mientras tanto, expertos han advertido de las consecuencias devastadoras que podría tener un ataque a la central nuclear de Bushehr. El director general de la corporación estatal rusa Rosatom, Alexéi Lijachov, subrayó que un ataque de tal magnitud podría provocar una catástrofe comparable a Chernóbil.
Recientemente, la agencia Tasnim reportó que la defensa aérea iraní repelió un ataque de aviones israelíes en la ciudad de Bushehr, alimentando aún más las tensiones en la región.
Este clima de incertidumbre y la falta de acuerdo en las negociaciones han puesto a la comunidad internacional en alerta, mientras se busca una solución diplomática para evitar una escalada mayor en Oriente Medio.


EFE