El próximo eclipse solar total, considerado el más largo del milenio, ya tiene fecha y está generando un interés considerable entre astrónomos, agencias espaciales y entusiastas de todo el mundo. Según la NASA, este evento será una alineación «casi perfecta» que no se repetirá en milenios, lo que ha llevado a diferentes observatorios e instituciones a planificar misiones para documentarlo, tanto desde la Tierra como desde el espacio.
Este fenómeno, más allá de su espectacularidad visual, representa una oportunidad única para la investigación. Permitirá a los científicos estudiar más profundamente la atmósfera solar, observar el comportamiento de la ionósfera terrestre y explorar otros aspectos que solo se pueden analizar durante estos eventos.
Durante poco más de siete minutos, la luz del Sol desaparecerá completamente ante los ojos de quienes se encuentren en los lugares adecuados. El eclipse total, programado para el 16 de julio de 2186, será memorable, con una duración de 7 minutos y 29 segundos, marcando un récord histórico que supera al eclipse de 2009, que duró 6 minutos y 39 segundos.
La duración extraordinaria de este eclipse se debe a condiciones celestes raras. En esa fecha, la Tierra estará en el afelio, su punto más alejado del Sol, haciendo que este se vea más pequeño. Simultáneamente, la Luna estará en el perigeo, su distancia mínima con nuestro planeta, permitiendo que cubra el Sol durante más tiempo.
El trayecto del eclipse total cubrirá principalmente el oceano Atlántico, pero también cruzará áreas terrestres específicas, convirtiendo a estos lugares en puntos privilegiados para la observación. Regiones como el norte de Brasil, Guyana Francesa, algunas islas del Caribe, y sectores de África Occidental, como Ghana y Togo, serán escenarios de este fenómeno. Aunque los tramos de oscuridad total en tierra serán más breves que sobre el mar, permitirán apreciar el evento en toda su magnitud, con un cielo completamente oscuro, estrellas visibles a plena luz del día, y una caída perceptible de la temperatura.
Los especialistas anticipan que los observadores situados en las zonas ecuatoriales tendrán las mejores condiciones para registrar el eclipse en su totalidad. Aquellos ubicados en la franja central de la sombra lunar vivirán una experiencia difícil de igualar, en un contexto donde las condiciones astronómicas destacan la magnitud de este fenómeno para las generaciones futuras.
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