El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado acusaciones tanto contra Israel como contra Irán por violar el alto el fuego apenas unas horas después de haberlo anunciado. La frustración del mandatario se hizo evidente especialmente en relación con la gestión de la situación por parte de Tel Aviv, tras el anuncio de futuros ataques contra Teherán.
Trump, previo a su viaje a una cumbre de la OTAN en La Haya, se dirigió a los medios de comunicación para expresar su descontento. En sus declaraciones, manifestó: «Tengo que conseguir que Israel se calme ahora», reflejando su preocupación por el aumento de tensiones entre ambos países.
En una declaración concluyente, el presidente norteamericano expresó: «Básicamente, tenemos dos países que han estado luchando durante tanto tiempo, y tan duro que no saben qué diablos están haciendo». Estas palabras ponen de manifiesto la complejidad de la situación y el desafío que supone alcanzar la paz.
Por su parte, Irán ha negado cualquier participación en el lanzamiento de misiles, afirmando que los ataques israelíes continuaron una hora y media después de la hora programada para el inicio del alto el fuego. Esta situación ha generado una mayor incertidumbre en la región, mientras el mundo observa atento los siguientes pasos de ambos países.
EFE