El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, entregó el martes una carta al nuncio apostólico en Caracas, monseñor Alberto Ortega. En el documento, el régimen de Nicolás Maduro solicita la mediación del papa León XIV para la recuperación de 18 niños migrantes presuntamente «retenidos» en Estados Unidos. La entrega de la carta fue documentada por Venezolana de Televisión y compartida por Rodríguez a través de su canal de Telegram, donde se difundieron imágenes del encuentro con el representante diplomático de la Santa Sede en Venezuela.
Rodríguez manifestó: «El presidente Nicolás Maduro solicita al sumo pontífice que realice las gestiones necesarias para rescatar a las niñas y niños retenidos en suelo estadounidense». Además, aseguró que los menores fueron separados de sus familiares durante procesos migratorios.
El régimen venezolano reafirma su intención de «rescatar a cada uno de los migrantes cuyos derechos se han visto violados en el extranjero», según declaró el diputado oficialista. La solicitud al Vaticano se produce un día después de que Nicolás Maduro hiciera un llamado al papa León XIV durante su programa semanal Con Maduro +. Maduro expresó: «Le pido ayuda a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, al papa León. Para que la Iglesia Católica de Estados Unidos y la Iglesia Católica de El Salvador protejan a los migrantes».
Hasta el momento, no se han proporcionado detalles sobre las identidades ni las circunstancias específicas de los menores. Sin embargo, el gobierno de Maduro sostiene que se trata de una violación a los derechos humanos y ha intensificado sus denuncias en foros internacionales.
En paralelo a la entrega de la misiva al Vaticano, Jorge Rodríguez solicitó la intervención del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, y del coordinador residente de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla. Rodríguez expresó: «Exigimos a Washington devolver a los pequeños», y criticó a Türk por su supuesta inacción, sugiriendo que propondrá a la Asamblea Nacional declararlo persona non grata.
Esta declaración coincide con las denuncias del comisionado de la ONU sobre el aumento de detenciones arbitrarias, violaciones del debido proceso y desapariciones forzadas en Venezuela, además de casos documentados de tortura y malos tratos.
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