Estados Unidos ha deportado a 2.181 migrantes nicaragüenses en situación migratoria irregular, según informaron este martes fuentes diplomáticas. Los deportados han llegado a Managua entre enero y junio de este año en un total de 19 vuelos, incluido un avión militar, de acuerdo con un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos que habló con la plataforma nicaragüense en el exilio Despacho 505.
Vuelos de repatriación sin cobertura oficial
Los vuelos con repatriados han aterrizado en Managua sin cobertura oficial ni anuncios gubernamentales de la administración de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El domingo pasado, un avión C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos transportó a 45 migrantes nicaragüenses al aeropuerto internacional de Managua.
La embajada estadounidense en Nicaragua ha reiterado a través de sus redes sociales que Estados Unidos está aplicando con rigor sus leyes migratorias, advirtiendo que aquellos que intenten cruzar ilegalmente serán detenidos y expulsados. Además, la embajada instó a los extranjeros ilegales a regresar voluntariamente a sus países de origen y sugirió el uso de la aplicación ‘CBP Home’ para evitar arrestos, detenciones y deportaciones forzosas.
Respuesta de Ortega y contexto migratorio
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ofreció «puertas abiertas» a los migrantes, comparando las redadas migratorias en Estados Unidos con las persecuciones de la Alemania nazi. Ortega, en un acto militar en Managua, acusó a la Administración de Donald Trump de llevar a cabo una «persecución brutal, inhumana» contra los migrantes irregulares, calificándola de «fascista».
Ortega expresó su solidaridad con los nicaragüenses deportados, quienes han perdido el ‘parole’, un permiso temporal humanitario que beneficia a más de medio millón de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Aseguró que estos migrantes «tienen siempre abiertas las puertas de Nicaragua» y afirmó que reciben una buena atención al llegar al país, aunque generalmente su gobierno no informa sobre estos vuelos.
En el ámbito legal, el Tribunal Supremo de Estados Unidos falló a favor de que el gobierno de Donald Trump pueda retirar la protección legal temporal a 532.000 migrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, que había sido concedida por la anterior Administración de Joe Biden.