El número de fallecidos por las inundaciones que han devastado el centro-sur de Texas, en Estados Unidos, ha superado las 100 víctimas mientras continúan las labores de búsqueda y rescate. El condado de Kerr es la zona más afectada, con 84 muertos de los 104 registrados, incluyendo 11 niñas y varias jóvenes del campamento de verano cristiano Camp Mystic.
Desde que las inundaciones golpearon la región en la madrugada del pasado 4 de julio, autoridades federales, estatales y ciudadanos han estado peinando kilómetros de terreno a lo largo del río Guadalupe en busca de personas desaparecidas. Las aguas devastaron la región conocida como ‘Hill Country’, cerca de San Antonio, coincidiendo con el fin de semana del Día de la Independencia de Estados Unidos, reportó EFE.
La comunidad ha respondido de manera contundente a la tragedia. Ciudadanos se unieron a bomberos y diversas agencias de seguridad y emergencia para apoyar en las labores de recuperación, retirando lodo, árboles caídos y escombros.
El Servicio Meteorológico Nacional explicó que, en un periodo de apenas 12 horas, se acumularon más de 30 centímetros de precipitaciones, elevando el caudal del río Guadalupe a su segundo nivel más alto registrado, con 9,9 metros de altura. El juez del condado de Kendall, Shane Stolarczyk, destacó el espíritu comunitario al afirmar: «Frente a la adversidad (…) los vecinos ayudaron a los vecinos, los desconocidos se convirtieron en rescatistas y nuestro sentido de comunidad brilló incluso en la tormenta más oscura».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una declaración de emergencia por desastre natural, activando la Agencia Federal de Manejo de Desastres (FEMA) en el estado. Trump visitará las zonas afectadas el próximo viernes y ha asegurado que su gobierno está haciendo todo lo posible para ayudar a Texas a enfrentar estas inundaciones, que calificó como una «gran sorpresa».
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