Un terremoto de magnitud 5.4 sacudió el mar Mediterráneo frente a las costas del Cabo de Palos, en España, a las 05:13 GMT, generando alarma en diversas provincias del sur y sureste del país. Aunque el movimiento despertó a numerosos residentes y activó alertas sísmicas en dispositivos móviles, no se reportaron daños personales y los daños materiales fueron mínimos.
Los servicios de emergencia atendieron numerosas llamadas de ciudadanos inquietos tras el temblor. Las únicas incidencias materiales confirmadas hasta el momento incluyen daños en falsos techos, especialmente en un concesionario Toyota en Huércal de Almería, y en el aeropuerto de Almería donde se desprendió parcialmente el techo de la cafetería en la zona de facturación. Ambas áreas fueron inmediatamente acordonadas.
El seísmo activó el sistema de alertas de Android e iOS, enviando notificaciones automáticas a teléfonos móviles de residentes en Almería, Granada y Albacete. Las alertas incluyeron recomendaciones como ponerse zapatos antes de moverse, verificar el olor a gas para tomar precauciones, y apagar incendios pequeños si es seguro hacerlo. También se sugirió desplazarse a zonas elevadas en áreas costeras para prevenir riesgos de tsunami.
El Ayuntamiento de Lorca, un municipio en Murcia previamente afectado por seísmos en 2011, activó su plan de protección civil en fase de preemergencia y está revisando el estado de sus infraestructuras. Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el epicentro del seísmo se localizó a tres kilómetros de la costa y a una profundidad de tres kilómetros. La sacudida, inicialmente reportada como de magnitud 5.5, fue ajustada a 5.4.
El temblor dejó consternados a muchos habitantes en la zona afectada. Verónica, periodista en Almería, comentó el fuerte ruido que acompañó al temblor, mientras que Jesús, trabajador público, describió la duración del temblor como lo más sorprendente. Otros testimonios destacan cómo los dispositivos móviles jugaron un papel crucial al alertar a los residentes.
Tras el temblor principal, se han registrado al menos quince réplicas, la mayor de ellas con una magnitud de 3.4. El IGN continúa monitoreando la secuencia sísmica para garantizar la seguridad de la población.
Con información de EL COMERCIO