Las intensas lluvias que han azotado a Venezuela desde finales de junio han provocado el desbordamiento del río Cojedes, generando una amplia destrucción en distintos sectores del estado y afectando a miles de familias. El gobernador del estado Cojedes, Alberto Galíndez, informó recientemente que numerosas familias han perdido enseres, animales y parte de su producción agropecuaria debido a las inundaciones en municipios como Ricaurte y Girardot.
“Estoy muy preocupado por lo que está pasando en el estado Cojedes”, expresó Galíndez en un video publicado en su cuenta de Instagram, donde mostró cómo el agua arrasó con parte de la carretera Lagunitas-El Amparo.
El mandatario regional indicó que ya se ha desplegado maquinaria para tratar de devolver el río a su cauce, pero advirtió que se necesita más apoyo y soluciones estructurales. Una de estas soluciones, según Galíndez, es retomar la construcción de la presa Las Palmas, en el municipio Anzoátegui, una obra prometida por distintos gobiernos pero nunca culminada. “Cuatro presidentes han pasado por allí y ninguno ha podido concluir esta obra”, subrayó. Recalcó asimismo que dicha presa serviría para el control de inundaciones y el riego en Cojedes y Portuguesa.
El estado llanero no es el único afectado, ya que las lluvias han dejado en emergencia a varias regiones del país. En Portuguesa se reportan más de 3.800 viviendas dañadas y 34 puentes afectados. En Mérida, más de 24.000 familias han resultado perjudicadas, y en Barinas, al menos 10.500 familias han sufrido daños según cifras oficiales.
Además, en Amazonas, casi 1.000 personas han sido trasladadas a refugios temporales, mientras que en Delta Amacuro y Monagas también mantienen alertas debido a la crecida de los ríos.
Esta situación refleja la gravedad de los efectos de las lluvias en distintas partes del país, subrayando la necesidad urgente de soluciones sostenibles para mitigar el impacto de los desastres naturales en las comunidades afectadas.
Espiga Noticias