Génesis Gabriela Pabón Paredes, de 27 años, y Rocío Del Mar Rodríguez Guillen, de 24, fueron sentenciadas a diez años de prisión tras ser acusadas de incitación al odio, traición a la patria y terrorismo. Las jóvenes aceptaron realizar camisetas que contenían la imagen de la caída de una estatua del expresidente Hugo Chávez, lo que posteriormente resultó en su arresto.
Ambas trabajaban desde hacía un mes en una pequeña tienda de serigrafía cuando fueron contactadas por supuestos clientes a través de WhatsApp, quienes insistieron repetidas veces en que se realizara un pedido urgente pagado en dólares. Durante el juicio, Pabón explicó que el cliente presionó para que se hiciera la camiseta con la imagen controversial.
El día de la entrega, varios funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) interceptaron a las jóvenes, confiscando las camisetas e inmediatamente llevándolas detenidas. Según el portal Infobae, el caso fue un falso positivo fabricado por la PNB con el objetivo de crear un expediente y obtener reconocimientos por un supuesto «caso de terrorismo frustrado».
Los agentes involucrados en el operativo fueron el inspector jefe Yunior Marquina, el inspector Richard Blanco, el oficial jefe Ronald Parra y el oficial Dely Rojas Dely, quienes actuaron bajo las órdenes del comisario jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Jairo Pernía. Estos funcionarios fueron posteriormente detenidos por su participación en la fuga de un exalcalde y se encuentran imputados por varios delitos.
El proceso judicial contra Pabón y Rodríguez se llevó a cabo en el Tribunal de Control N.º 03 de El Vigía, presidido por la jueza Yuly Coromoto Durán Gutiérrez. La defensa estuvo a cargo de la defensora pública Yoleidi Estrada, mientras que la acusación fue dirigida por las fiscales Elda Contreras y Lupe Fernández.
Durante el juicio, Rocío Rodríguez reconoció su error al aceptar el pedido debido a dificultades económicas, y destacó que las pruebas del engaño se encuentran en los mensajes de WhatsApp. «Nos pasó por tontas, por querer ganarnos un poquito de dinero para pagar deudas», declaró Rodríguez. También agregó que no son personas que inciten al odio, y aseguró que se trató de un error por confiar en los clientes.
El caso ha suscitado consternación entre defensores de derechos humanos y en redes sociales, donde se exige la revisión del expediente y la liberación inmediata de las dos jóvenes. En tanto, Pabón y Rodríguez deberán cumplir una sentencia de diez años por un delito que, según sus defensores, fue fabricado.
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