En el marco del Día del Niño, celebrado en Venezuela cada tercer domingo de julio, Frescarini impulsa una iniciativa para unir a las familias en torno a la cocina, ofreciendo una propuesta que va más allá de una simple tarea doméstica. Cocinar junto a los niños no solo estimula su interés por la comida, sino que también fortalece su bienestar emocional al mejorar la autoestima y estrechar los lazos familiares.
Cocinar como herramienta de crecimiento
Involucrar a los niños en la preparación de sus comidas tiene múltiples beneficios. Actividades sencillas como medir ingredientes o revolver salsas ayudan a mejorar la motricidad fina y promueven la organización. Además, ver que pueden colaborar con tareas reales refuerza su confianza y crea un ambiente de aprendizaje y diversión.
Consejos para cocinar con niños
- Recetas simples: Elegir platos como los coditos con salsa de salchichas Frescarini, que son fáciles de preparar y tienen sabores familiares.
- Asignación de tareas: Adecuar las actividades según la edad de los niños, desde lavar ingredientes hasta cocinar con supervisión.
- Momentos sin presión: La cocina debe ser un espacio de disfrute, sin preocuparse por el desorden.
- Reconocimiento de logros: Valorar el esfuerzo de los niños fortalece su autoestima.
- Educación nutricional: Hablar sobre los alimentos y su importancia fomenta el aprendizaje.
Receta práctica: Coditos con salsa de salchichas
Ingredientes:
- 300 g de coditos
- 490 g de salsa para pasta Frescarini con salchichas
- Queso rallado al gusto
Preparación:
- Cocinar los coditos siguiendo las instrucciones del empaque.
- Calentar la salsa de salchichas Frescarini en una olla pequeña.
- Mezclar con la pasta y agregar queso si se desea.
La salsa de salchichas Frescarini, elaborada con un concentrado de tomate y trozos de salchichas Plumrose, está lista para calentar y servir, simplificando el proceso para que los niños puedan participar activamente.
Este Día del Niño, Frescarini invita a las familias a disfrutar de una experiencia única en la cocina, un espacio para compartir, enseñar y disfrutar juntos. Cocinar en familia no solo alimenta el cuerpo, sino que también nutre la confianza, la comunicación y el afecto.
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