El titular de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, afirmó en su programa televisivo semanal transmitido por VTV que «ni uno solo» de los 252 migrantes venezolanos detenidos en El Salvador tiene vínculos con el grupo criminal Tren de Aragua. Cabello se refirió a las declaraciones realizadas por el gobierno de Estados Unidos y el país centroamericano que afirmaban lo contrario.
Durante su intervención, Cabello enfatizó que «no hay ninguno del Tren de Aragua, (…) cero vínculos», ya que de los detenidos únicamente siete presentan antecedentes por «delitos graves cometidos en sus vidas», pero sin conexión con la organización criminal catalogada como terrorista por la administración de Donald Trump.
El funcionario, quien también es el número dos del chavismo, expresó que los jóvenes fueron «estigmatizados porque tenían un tatuaje y porque tenían pinta (aspecto) de latinos», criticando el trato que recibieron en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador. Cabello describió el lugar como un «campo de concentración moderno creado por un nazi, un sionista, un miserable como (el presidente salvadoreño) Nayib Bukele«.
Cabello también afirmó que la «gran mayoría» de los migrantes repatriados «ya están con sus familias, en sus casas», y comentó sobre la participación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en las negociaciones que permitieron el regreso de estos venezolanos.
El ministro subrayó que continúan las «diligencias» para lograr el retorno de los niños que, según el gobierno venezolano, están «secuestrados» en Estados Unidos tras la deportación de sus padres. El pasado viernes, regresaron a Venezuela siete de los 31 menores que, según Caracas, permanecen en territorio estadounidense.
El presidente Nicolás Maduro acusó a Bukele de haber intentado obstaculizar la salida del segundo avión que transportaba a los repatriados. Por su parte, el fiscal general Tarek William Saab anunció una investigación contra Bukele por presuntos delitos de tortura y tratos crueles contra los migrantes.
EFE